Internet desbanca al Inem como agencia de colocación
Fuente E. Morales / I. Acosta
El 44% de las colocaciones se logra a través de conocidos y un 18%, gracias a portales de empleo y los anuncios de prensa.
Los Servicios Públicos de Empleo manejan los CV de 2,3 millones de parados.
Diana quiere ser cirujana, en ello está. En unos días sabrá si los resultados de su examen MIR le permiten embarcarse ya en su sueño. De momento, gracias a una búsqueda de empleo por internet, trabaja como médico en una mutua. Al terminar su carrera, insertó su currículum en un portal de empleo y en pocos días fue contratada por Adecco Medical & Science para un puesto acorde con su formación y que aún conserva.
No era la primera vez que accedía a un puesto de trabajo vía internet. Ya lo hizo durante sus estudios para encontrar ingresos extra como azafata. Los portales de empleo siempre la han ayudado. Y los Servicios Públicos de Empleo —el antiguo Inem— fueron casi un descarte automático.
No en vano, llama la atención que, en los últimos tiempos, apenas un 1% de los universitarios consigue su trabajo a través del antiguo Inem. Para profesionales de menor cualificación el porcentaje no es tan desfavorable, pero sí bastante lento el logro del objetivo. La inmediatez de la Red no puede ser replicada por el sistema estatal, por el momento.
De hecho, los últimos informes sobre vías de acceso al empleo ponen de manifiesto las ineficiencias que tanto empresarios como trabajadores perciben en el Inem, lo que lleva —a unos y otros— a apostar por una vía más rápida, eficaz e inmediata para contraponer sus ofertas y demandas. Es más, parece que internet meramente se ha sumado a las tradicionales vías mayoritarias para encontrar un empleo.
Según Adecco, en España el 44% de los accesos a un nuevo puesto se realizan a través de conocidos, lo que viene a etiquetarse con el término red social, del que son tributarias al fin y al cabo las nuevas redes de contactos profesionales online, en las que se pueden consultar vidas laborales de los integrantes, recomendar perfiles y conectar a sus miembros. Mientras, los portales de empleo (Infojobs, Infoempleo y otros) y los anuncios de prensa se llevan una cuota del 18%, que casi toda corresponde a internet.
Y, sólo en empresas de trabajo temporal (ETT), el 60% de los candidatos proceden de la Red. El porcentaje se eleva al 80% en algunos sectores, como la informática y la ingeniería. Otras vías como la candidatura espontánea (2%) o los headhunters y cazatalentos (9%) son minoritarias, pero juntas podrían rozar la cuota que representa el Inem.
Y es que los Servicios Públicos de Empleo, con un presupuesto de 23.730 millones de euros, la mayoría dedicado a prestaciones, presentan ciertas carencias a la hora de proporcionar empleo, en especial a determinados perfiles. Los informes destacan su lentitud, la escasa adaptación de las ofertas a las condiciones de formación del candidato, mientras que valoran su labor en cuanto a vía para obtener información y asesoramiento.
Los empresarios apenas confían en los servicios públicos como intermediarios y aumenta el porcentaje de los parados con pocas perspectivas de salir de esa situación. Tienen una base de dato con el perfil de 2,3 millones de desempleados, pero apenas llegan ofertas laborales.
Queda pendiente una profunda reforma de los Servicios Públicos del Empleo, que alientan sindicatos y empresarios. Renovarse o morir.
El 44% de las colocaciones se logra a través de conocidos y un 18%, gracias a portales de empleo y los anuncios de prensa.
Los Servicios Públicos de Empleo manejan los CV de 2,3 millones de parados.
Diana quiere ser cirujana, en ello está. En unos días sabrá si los resultados de su examen MIR le permiten embarcarse ya en su sueño. De momento, gracias a una búsqueda de empleo por internet, trabaja como médico en una mutua. Al terminar su carrera, insertó su currículum en un portal de empleo y en pocos días fue contratada por Adecco Medical & Science para un puesto acorde con su formación y que aún conserva.
No era la primera vez que accedía a un puesto de trabajo vía internet. Ya lo hizo durante sus estudios para encontrar ingresos extra como azafata. Los portales de empleo siempre la han ayudado. Y los Servicios Públicos de Empleo —el antiguo Inem— fueron casi un descarte automático.
No en vano, llama la atención que, en los últimos tiempos, apenas un 1% de los universitarios consigue su trabajo a través del antiguo Inem. Para profesionales de menor cualificación el porcentaje no es tan desfavorable, pero sí bastante lento el logro del objetivo. La inmediatez de la Red no puede ser replicada por el sistema estatal, por el momento.
De hecho, los últimos informes sobre vías de acceso al empleo ponen de manifiesto las ineficiencias que tanto empresarios como trabajadores perciben en el Inem, lo que lleva —a unos y otros— a apostar por una vía más rápida, eficaz e inmediata para contraponer sus ofertas y demandas. Es más, parece que internet meramente se ha sumado a las tradicionales vías mayoritarias para encontrar un empleo.
Según Adecco, en España el 44% de los accesos a un nuevo puesto se realizan a través de conocidos, lo que viene a etiquetarse con el término red social, del que son tributarias al fin y al cabo las nuevas redes de contactos profesionales online, en las que se pueden consultar vidas laborales de los integrantes, recomendar perfiles y conectar a sus miembros. Mientras, los portales de empleo (Infojobs, Infoempleo y otros) y los anuncios de prensa se llevan una cuota del 18%, que casi toda corresponde a internet.
Y, sólo en empresas de trabajo temporal (ETT), el 60% de los candidatos proceden de la Red. El porcentaje se eleva al 80% en algunos sectores, como la informática y la ingeniería. Otras vías como la candidatura espontánea (2%) o los headhunters y cazatalentos (9%) son minoritarias, pero juntas podrían rozar la cuota que representa el Inem.
Y es que los Servicios Públicos de Empleo, con un presupuesto de 23.730 millones de euros, la mayoría dedicado a prestaciones, presentan ciertas carencias a la hora de proporcionar empleo, en especial a determinados perfiles. Los informes destacan su lentitud, la escasa adaptación de las ofertas a las condiciones de formación del candidato, mientras que valoran su labor en cuanto a vía para obtener información y asesoramiento.
Los empresarios apenas confían en los servicios públicos como intermediarios y aumenta el porcentaje de los parados con pocas perspectivas de salir de esa situación. Tienen una base de dato con el perfil de 2,3 millones de desempleados, pero apenas llegan ofertas laborales.
Queda pendiente una profunda reforma de los Servicios Públicos del Empleo, que alientan sindicatos y empresarios. Renovarse o morir.
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