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El director comercial, el cargo mejor pagado

Fuente 
Ana B. Novillo López

Que el presidente o el director general de una gran empresa cobra el sueldo más alto es de todos sabido. Pero, al margen de ellos, ¿qué cargo es el mejor parado? La página web DirectivosPlus.com tiene la respuesta: el director comercial.Al menos, es lo que esta comunidad profesional para directivos revela en su primer estudio sobre El perfil, las funciones y los salarios de los directores comerciales en España, donde sitúa en más de 100.000 euros brutos el sueldo anual del 55 por ciento de los directivos encuestados que pertenecen a grandes empresas.
Ahora bien, cuando ese directivo forma parte de una pequeña empresa, el sueldo anual disminuye considerablemente. De hecho, en este caso, sólo el siete por ciento obtiene esos 100.000 euros, mientras que el 56 por ciento de los profesionales encuestados cuenta con un salario bruto de 48.000 euros.

Por sectores
Pero el tamaño de la empresa no es el único factor que influye en los ingresos del director comercial español, también lo hace el sector al que pertenezca. En este sentido, la consultoría y empresa, alimentación, bebidas y tabaco y los servicios financieros se caracterizan por ser los ámbitos que registran las mejores remuneraciones. El ingreso anual supera, en esta ocasión, los 150.000 euros anuales.Los directores comerciales cobran menos, sin embargo, en empresas que pertenecen al ámbito de la limpieza, a organismos no gubernamentales y a la agricultura, ganadería y pesca, donde el ingreso bruto anual apenas llega a los 48.000 euros. Y es que nos encontramos ante un cargo que debe enfrentarse a los cambios que está experimentando el mercado, cada vez más competitivo y global.
Debe estar atento, por tanto, a las nuevas oportunidades de negocio que pueden surgir en países emergentes, pero también a la evolución de ámbitos como el de la distribución, con centros comerciales y grandes cadenas a la cabeza. Todo ello sin olvidar el papel de las tecnologías en su actividad y el nuevo perfil de consumidor, cada vez más formado, con una creciente capacidad de elección y, como consecuencia, menos fiel. 

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