La cifra de parados sufre el mayor aumento mensual de la democracia
Fuente L. ABELLÁN
El Gobierno admite que el dato es muy malo y Rajoy lo considera dramático
El paro se está convirtiendo en el principal exponente de la desaceleración económica. El mes de enero ha arrancado con 132.378 desempleados más que en diciembre, el mayor aumento mensual de la democracia. Con ese repunte, la cifra de parados registrados en las oficinas de empleo supera los 2,26 millones de personas. Hay que remontarse a noviembre de 1998 para encontrar un número más abultado. El empeoramiento a pocas semanas de las elecciones de unos datos que han brillado a lo largo de la legislatura acentúa la lectura política de las cifras.
Enero registró 132.378 nuevos desempleados, el doble que en 2007
La Seguridad Social pierde 211.979 cotizantes, el peor dato en años
Los servicios públicos de empleo sólo ofrecen series desde 1986. Éstas certifican que es el mayor aumento mensual desde ese año, pero la información publicada en su día por este periódico y consultada ayer en la base de datos avala que se trata de la peor cifra de la democracia.
Enero suele ser un mes negativo para el empleo. Las empresas tardan en poner en marcha sus proyectos para el nuevo año, por lo que las listas del paro engrosan y la afiliación a la Seguridad Social desciende. Pero el inicio de 2008 ha sido especialmente negativo. Los parados registrados en el mes suman más del doble que los del año pasado. Y la evolución anual es, como mínimo, igual de desalentadora, pues los servicios públicos de empleo contabilizan 179.417 desempleados más en 12 meses.
Aunque el paro registrado no es el mejor indicador del mercado laboral en España, el dato corrobora las tendencias que refleja la Encuesta de Población Activa (EPA), homologable con Europa. La EPA divulgada hace unos días revelaba destrucción de empleo en el último trimestre de 2007 (no en el conjunto del ejercicio) y aumento del paro hasta el 8,6% de la población activa. Esa tasa es, no obstante, históricamente baja.
Gobierno y oposición son conscientes de la trascendencia política de estas cifras en la antesala de la campaña electoral. En un intento de amortiguar los efectos negativos, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, compareció para explicar unos datos que suelen detallar sin su presencia el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, y el secretario general de Empleo, Antonio González. "Es un dato muy malo, no pretendo ocultarlo", admitió Caldera, que no obstante circunscribió la situación adversa al ajuste "rápido y concentrado" del sector inmobiliario. El titular de Trabajo rehusó vaticinar cuánto puede prolongarse este deterioro del mercado laboral.
Es cierto que la construcción es la principal responsable del repunte del paro en el año, pero en el mes son los servicios los que concentran el 74% de los nuevos parados. Las actividades inmobiliarias se enmarcan en este sector, lo que explica en parte la incidencia del paro en los servicios.
Los partidos de la oposición restaron importancia a las matizaciones de Caldera y utilizaron el dato para atacar al Gobierno. La dureza de las declaraciones evidencia el rédito electoral que los partidos pretenden obtener de este cambio de ciclo económico. El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, habló de "un drama" y aseguró que la política económica ha sido la gran olvidada del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Algo menos contundente se mostró el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, para quien los datos son "alarmantes". El responsable de esta formación llamó frívolo a Zapatero por ponerse a "regalar cheques regalo en un momento de cambio de ciclo", informa Vera Gutiérrez Calvo.
El aumento del paro en el último año se ha centrado en los hombres, mayoritarios en la actividad más lastrada por el deterioro económico, la construcción. Frente a la tendencia histórica de que la mujer resultaba más afectada por los embates del desempleo, el último año ha contribuido a acortar distancias. Siete de cada 10 nuevos parados en los últimos 12 meses son hombres. Pese a todo, las mujeres aún representan el 58% del total de desempleados.
Además de aumentar el paro, los nuevos contratos firmados son cada vez menos. Las cifras reflejan importantes aumentos en el mes, pero en el año se produce una ligera caída, acentuada en los indefinidos. Hay que tener en cuenta que el año pasado se produjo un récord de contratos fijos tras la reforma laboral de 2006, por lo que la comparación resulta desfavorable.
Mejor termómetro para valorar la evolución del empleo es la afiliación a la Seguridad Social. Aunque todos los eneros cae respecto a diciembre, los 211.979 cotizantes perdidos al arrancar el año representan la peor cifra en ese mes desde 2002, primer año del que existen cifras medias. Si se toma el dato del último día de mes (que es menos representativo, pero permite rastrear una serie más larga) es la mayor caída desde 1994.
En un tono diferente al de los políticos, los sindicatos y la patronal alertan de la pérdida de vigor del mercado laboral. Comisiones Obreras pide reorientar la inversión hacia las actividades industriales, a lo que UGT añade aumentar la construcción en obra civil. La CEOE considera que el dato de enero "confirma la desaceleración".
Caldera anuncia un plan especial para parados de la construcción
El Gobierno pretende mitigar el impacto que el declive de la construcción tiene en el mercado laboral. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, quiere pactar con sindicatos y patronal un plan de reconversión para que los que pierdan su empleo en este sector puedan recolocarse en otros. "Ese personal es de fácil recolocación, por sus habilidades y su formación", aseguró el ministro, que cree que en el sector servicios es donde será más fácil insertarlos. La medida se acordará con urgencia para que dé tiempo a llevarla al Consejo de Ministros antes de las elecciones. Caldera confía en que el próximo Gobierno, sea cual sea, la aplique. "Si somos nosotros, sin duda", añadió.El ministro no ofreció demasiados detalles del proyecto con el argumento de que hay que pactarlo con los agentes sociales. Sí avanzó que se elaborarán itinerarios laborales personalizados a cada desempleado proveniente de la construcción (en el último año son ya 62.000) para después ofrecerles empleos concretos. Los beneficiarios también podrán participar en cursos de formación para reciclarse. El plan se financiará con dinero de las políticas activas de empleo, que se pagan con cotizaciones de empresarios y trabajadores. Caldera eludió calcular el coste, aunque el ministerio asegura que hay "bastante" excedente disponible.
El Gobierno admite que el dato es muy malo y Rajoy lo considera dramático
El paro se está convirtiendo en el principal exponente de la desaceleración económica. El mes de enero ha arrancado con 132.378 desempleados más que en diciembre, el mayor aumento mensual de la democracia. Con ese repunte, la cifra de parados registrados en las oficinas de empleo supera los 2,26 millones de personas. Hay que remontarse a noviembre de 1998 para encontrar un número más abultado. El empeoramiento a pocas semanas de las elecciones de unos datos que han brillado a lo largo de la legislatura acentúa la lectura política de las cifras.
Enero registró 132.378 nuevos desempleados, el doble que en 2007
La Seguridad Social pierde 211.979 cotizantes, el peor dato en años
Los servicios públicos de empleo sólo ofrecen series desde 1986. Éstas certifican que es el mayor aumento mensual desde ese año, pero la información publicada en su día por este periódico y consultada ayer en la base de datos avala que se trata de la peor cifra de la democracia.
Enero suele ser un mes negativo para el empleo. Las empresas tardan en poner en marcha sus proyectos para el nuevo año, por lo que las listas del paro engrosan y la afiliación a la Seguridad Social desciende. Pero el inicio de 2008 ha sido especialmente negativo. Los parados registrados en el mes suman más del doble que los del año pasado. Y la evolución anual es, como mínimo, igual de desalentadora, pues los servicios públicos de empleo contabilizan 179.417 desempleados más en 12 meses.
Aunque el paro registrado no es el mejor indicador del mercado laboral en España, el dato corrobora las tendencias que refleja la Encuesta de Población Activa (EPA), homologable con Europa. La EPA divulgada hace unos días revelaba destrucción de empleo en el último trimestre de 2007 (no en el conjunto del ejercicio) y aumento del paro hasta el 8,6% de la población activa. Esa tasa es, no obstante, históricamente baja.
Gobierno y oposición son conscientes de la trascendencia política de estas cifras en la antesala de la campaña electoral. En un intento de amortiguar los efectos negativos, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, compareció para explicar unos datos que suelen detallar sin su presencia el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, y el secretario general de Empleo, Antonio González. "Es un dato muy malo, no pretendo ocultarlo", admitió Caldera, que no obstante circunscribió la situación adversa al ajuste "rápido y concentrado" del sector inmobiliario. El titular de Trabajo rehusó vaticinar cuánto puede prolongarse este deterioro del mercado laboral.
Es cierto que la construcción es la principal responsable del repunte del paro en el año, pero en el mes son los servicios los que concentran el 74% de los nuevos parados. Las actividades inmobiliarias se enmarcan en este sector, lo que explica en parte la incidencia del paro en los servicios.
Los partidos de la oposición restaron importancia a las matizaciones de Caldera y utilizaron el dato para atacar al Gobierno. La dureza de las declaraciones evidencia el rédito electoral que los partidos pretenden obtener de este cambio de ciclo económico. El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, habló de "un drama" y aseguró que la política económica ha sido la gran olvidada del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
Algo menos contundente se mostró el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, para quien los datos son "alarmantes". El responsable de esta formación llamó frívolo a Zapatero por ponerse a "regalar cheques regalo en un momento de cambio de ciclo", informa Vera Gutiérrez Calvo.
El aumento del paro en el último año se ha centrado en los hombres, mayoritarios en la actividad más lastrada por el deterioro económico, la construcción. Frente a la tendencia histórica de que la mujer resultaba más afectada por los embates del desempleo, el último año ha contribuido a acortar distancias. Siete de cada 10 nuevos parados en los últimos 12 meses son hombres. Pese a todo, las mujeres aún representan el 58% del total de desempleados.
Además de aumentar el paro, los nuevos contratos firmados son cada vez menos. Las cifras reflejan importantes aumentos en el mes, pero en el año se produce una ligera caída, acentuada en los indefinidos. Hay que tener en cuenta que el año pasado se produjo un récord de contratos fijos tras la reforma laboral de 2006, por lo que la comparación resulta desfavorable.
Mejor termómetro para valorar la evolución del empleo es la afiliación a la Seguridad Social. Aunque todos los eneros cae respecto a diciembre, los 211.979 cotizantes perdidos al arrancar el año representan la peor cifra en ese mes desde 2002, primer año del que existen cifras medias. Si se toma el dato del último día de mes (que es menos representativo, pero permite rastrear una serie más larga) es la mayor caída desde 1994.
En un tono diferente al de los políticos, los sindicatos y la patronal alertan de la pérdida de vigor del mercado laboral. Comisiones Obreras pide reorientar la inversión hacia las actividades industriales, a lo que UGT añade aumentar la construcción en obra civil. La CEOE considera que el dato de enero "confirma la desaceleración".
Caldera anuncia un plan especial para parados de la construcción
El Gobierno pretende mitigar el impacto que el declive de la construcción tiene en el mercado laboral. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, quiere pactar con sindicatos y patronal un plan de reconversión para que los que pierdan su empleo en este sector puedan recolocarse en otros. "Ese personal es de fácil recolocación, por sus habilidades y su formación", aseguró el ministro, que cree que en el sector servicios es donde será más fácil insertarlos. La medida se acordará con urgencia para que dé tiempo a llevarla al Consejo de Ministros antes de las elecciones. Caldera confía en que el próximo Gobierno, sea cual sea, la aplique. "Si somos nosotros, sin duda", añadió.El ministro no ofreció demasiados detalles del proyecto con el argumento de que hay que pactarlo con los agentes sociales. Sí avanzó que se elaborarán itinerarios laborales personalizados a cada desempleado proveniente de la construcción (en el último año son ya 62.000) para después ofrecerles empleos concretos. Los beneficiarios también podrán participar en cursos de formación para reciclarse. El plan se financiará con dinero de las políticas activas de empleo, que se pagan con cotizaciones de empresarios y trabajadores. Caldera eludió calcular el coste, aunque el ministerio asegura que hay "bastante" excedente disponible.
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