El horizonte laboral de 2008
Fuente Marián Lezaun
Las firmas de selección reconocen que el ritmo de contratación se reducirá este año y que 2008 se presenta especialmente difícil para los candidatos con baja cualificación y la población inmigrante. La tasa de paro se sitúa actualmente en el 8,02%, más cerca de la media europea.
Si es de los que cree que "año nuevo, trabajo nuevo", tendrá que mentalizarse, porque la búsqueda será más larga de lo previsto. La prudencia se ha instalado en las empresas españolas que han moderado sus previsiones de contratación, mientras contemplan cómo aumenta el paro, que se cebará especialmente con los trabajadores de menor cualificación y con los inmigrantes. Además, la población activa aumenta a un ritmo mayor que el de la creación de empleo, lo que incrementa las barreras de entrada a un mercado laboral cada vez más caro. Los costes laborales aumentaron un 4,7% en el tercer trimestre del año que acaba de terminar. Para el secretario general de Adecco, Santiago Soler, el aspecto positivo es que la ralentización del mercado facilitará una gradual recuperación de la productividad.
Si todo va bien, 2008 terminará con 215.000 empleos menos que el año pasado, según las últimas previsiones publicadas por Ceprede (Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid), que reclaman nuevas acciones en materia laboral para contrarrestar el denominado efecto reforma -que ha impulsado la conversión de contratos temporales en fijos- y la falta de cualificación profesional.
Los datos de cierre del ejercicio han confirmado los peores vaticinios y arrojan el mayor aumento de parados de los últimos cinco años: 106.674 desocupados más que el año anterior, que suponen un repunte del 5,2%, tasa desconocida desde 2002. Una situación provocada por la crisis de la construcción, pero que esconde otros problemas de fondo, y que ha dejado la tasa de paro en el 8,02%, seis décimas por encima de la media comunitaria.
Alarma
Precisamente por eso, las consultoras de recursos humanos consideran que las alarmas se han disparado, no tanto por los datos del paro registrado, sino por síntomas de agotamiento de un modelo laboral basado en la mano de obra intensiva y que ha reaccionado demasiado tarde a la deslocalización empresarial. Por eso, el principal problema es ahora el desequilibrio entre la oferta y la demanda laboral, y el efecto dominó provocado por el parón de la construcción en el resto de los sectores. Una situación que tiene sus paradojas. Sobran operarios en este sector, pero faltan camareros, Dues (Diplomado universitario en enfermería), médicos -hasta 9.000, según un estudio reciente de la firma de recursos humanos Adecco-, abogados, comerciales, ingenieros, matemáticos y expertos en finanzas. De hecho, España debe crear 1.300.000 empleos para alcanzar el objetivo europeo de tasa de empleo para 2010, prevista en un 70%, según la misma consultora y que actualmente se encuentra diez puntos por debajo.
Adecco asegura que si se consiguen crear 850.000 puestos a tiempo parcial para mujeres y 450.000 para hombres, lograríamos alcanzar esa meta. "La necesidad de alcanzar esos objetivos y la posibilidad de incrementar la participación del empleo parcial son caras de una misma moneda", apunta Soler. Cifras que no está tan claro que puedan alcanzarse en el plazo marcado. Las previsiones para 2008 no auguran más de 500.000 empleos. Soler se mantiene optimista y dice que aún no se puede hablar de un cambio de tendencia, porque en su caso concreto no se ha producido una reducción de los procesos de selección.
Gena Opdebeeck, directora general de Unique, dice que más inversiones en formación contribuirían a paliar ese desequilibrio entre la oferta y la demanda de empleo, pero que el tiempo juega en contra. "Categorizar la lista de parados y ver sus posibilidades de empleabilidad sería un punto de partida", señala esta experta, pero no la única solución. "En una oficina media de Unique en la capital estamos gestionando unas cuarenta ofertas semanales y no lo tenemos fácil para cubrirlas", reconoce Opdebeeck que pide tanto a empresarios como a candidatos ser mucho más flexibles a la hora de definir el puesto de trabajo.
Jordi Rius, director regional de la zona centro de Randstad, añade que un aumento del 8% en el número de desempleados en Madrid son muy malas noticias, aunque en el caso de los servicios haya bajado. "Hemos notado una desaceleración de la demanda de empleo en general, que además ha estado minimizada con la campaña navideña porque diciembre es un mes de gran consumo de trabajo", explica Rius, que demanda a las empresas una mayor inversión en formación, en desarrollo de planes de carrera y en buscar un balance en los intereses de la empresa y el trabajador. "Cuidar a los empleados va a ser un valor estratégico", advierte.
Raúl Grijalba, director de operaciones de Manpower, también reclama mayor flexibilidad. Grijalba recuerda que unido a las medidas para equilibrar la vida personal y profesional, la seguridad en el empleo son las principales demandas de los candidatos para que se creen empleos de calidad. No obstante, el director de operaciones de Manpower se muestra cauteloso y reconoce que desde el pasado mes de agosto se ha notado cierta contención en la contratación, especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas, que se muestran mucho más prudentes que las grandes empresas.
En el caso de la construcción, el responsable de Manpower espera que una vez pasadas las elecciones, arranque de nuevo la licitación de obras públicas, que supondrá un nuevo aliciente para los profesionales del sector. Grijalba señala además el sector de la salud como uno de los que presenta mejores perspectivas de creación de empleo. Para Santiago Soler, secretario general de Adecco, las nuevas tecnologías y la banca mantendrán el dinamismo. Rius añade el turismo, la logística y el transporte por sus posibilidades de crecimiento, aunque los comerciales acapararán más de las ofertas de empleo que se gestionarán este año.
De momento, el sector industrial parece el destino natural para absorber el excedente de mano de obra, aunque el secretario general de Empleo, Antonio González, cree que el ajuste sectorial se dirigirá también hacia los servicios sociales, la sanidad y la educación.
Las predicciones de Ceprede para el año que viene auguran un ritmo de creación de empleo del 2%, mientras el crecimiento económico transcurrirá en torno al 2,7% de media anual, por lo que la tasa de paro podría dispararse hasta el 8,5%. De igual modo se advierte una desaceleración de las contrataciones indefinidas por el descenso de la actividad empresarial.
Las firmas de selección reconocen que el ritmo de contratación se reducirá este año y que 2008 se presenta especialmente difícil para los candidatos con baja cualificación y la población inmigrante. La tasa de paro se sitúa actualmente en el 8,02%, más cerca de la media europea.
Si es de los que cree que "año nuevo, trabajo nuevo", tendrá que mentalizarse, porque la búsqueda será más larga de lo previsto. La prudencia se ha instalado en las empresas españolas que han moderado sus previsiones de contratación, mientras contemplan cómo aumenta el paro, que se cebará especialmente con los trabajadores de menor cualificación y con los inmigrantes. Además, la población activa aumenta a un ritmo mayor que el de la creación de empleo, lo que incrementa las barreras de entrada a un mercado laboral cada vez más caro. Los costes laborales aumentaron un 4,7% en el tercer trimestre del año que acaba de terminar. Para el secretario general de Adecco, Santiago Soler, el aspecto positivo es que la ralentización del mercado facilitará una gradual recuperación de la productividad.
Si todo va bien, 2008 terminará con 215.000 empleos menos que el año pasado, según las últimas previsiones publicadas por Ceprede (Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid), que reclaman nuevas acciones en materia laboral para contrarrestar el denominado efecto reforma -que ha impulsado la conversión de contratos temporales en fijos- y la falta de cualificación profesional.
Los datos de cierre del ejercicio han confirmado los peores vaticinios y arrojan el mayor aumento de parados de los últimos cinco años: 106.674 desocupados más que el año anterior, que suponen un repunte del 5,2%, tasa desconocida desde 2002. Una situación provocada por la crisis de la construcción, pero que esconde otros problemas de fondo, y que ha dejado la tasa de paro en el 8,02%, seis décimas por encima de la media comunitaria.
Alarma
Precisamente por eso, las consultoras de recursos humanos consideran que las alarmas se han disparado, no tanto por los datos del paro registrado, sino por síntomas de agotamiento de un modelo laboral basado en la mano de obra intensiva y que ha reaccionado demasiado tarde a la deslocalización empresarial. Por eso, el principal problema es ahora el desequilibrio entre la oferta y la demanda laboral, y el efecto dominó provocado por el parón de la construcción en el resto de los sectores. Una situación que tiene sus paradojas. Sobran operarios en este sector, pero faltan camareros, Dues (Diplomado universitario en enfermería), médicos -hasta 9.000, según un estudio reciente de la firma de recursos humanos Adecco-, abogados, comerciales, ingenieros, matemáticos y expertos en finanzas. De hecho, España debe crear 1.300.000 empleos para alcanzar el objetivo europeo de tasa de empleo para 2010, prevista en un 70%, según la misma consultora y que actualmente se encuentra diez puntos por debajo.
Adecco asegura que si se consiguen crear 850.000 puestos a tiempo parcial para mujeres y 450.000 para hombres, lograríamos alcanzar esa meta. "La necesidad de alcanzar esos objetivos y la posibilidad de incrementar la participación del empleo parcial son caras de una misma moneda", apunta Soler. Cifras que no está tan claro que puedan alcanzarse en el plazo marcado. Las previsiones para 2008 no auguran más de 500.000 empleos. Soler se mantiene optimista y dice que aún no se puede hablar de un cambio de tendencia, porque en su caso concreto no se ha producido una reducción de los procesos de selección.
Gena Opdebeeck, directora general de Unique, dice que más inversiones en formación contribuirían a paliar ese desequilibrio entre la oferta y la demanda de empleo, pero que el tiempo juega en contra. "Categorizar la lista de parados y ver sus posibilidades de empleabilidad sería un punto de partida", señala esta experta, pero no la única solución. "En una oficina media de Unique en la capital estamos gestionando unas cuarenta ofertas semanales y no lo tenemos fácil para cubrirlas", reconoce Opdebeeck que pide tanto a empresarios como a candidatos ser mucho más flexibles a la hora de definir el puesto de trabajo.
Jordi Rius, director regional de la zona centro de Randstad, añade que un aumento del 8% en el número de desempleados en Madrid son muy malas noticias, aunque en el caso de los servicios haya bajado. "Hemos notado una desaceleración de la demanda de empleo en general, que además ha estado minimizada con la campaña navideña porque diciembre es un mes de gran consumo de trabajo", explica Rius, que demanda a las empresas una mayor inversión en formación, en desarrollo de planes de carrera y en buscar un balance en los intereses de la empresa y el trabajador. "Cuidar a los empleados va a ser un valor estratégico", advierte.
Raúl Grijalba, director de operaciones de Manpower, también reclama mayor flexibilidad. Grijalba recuerda que unido a las medidas para equilibrar la vida personal y profesional, la seguridad en el empleo son las principales demandas de los candidatos para que se creen empleos de calidad. No obstante, el director de operaciones de Manpower se muestra cauteloso y reconoce que desde el pasado mes de agosto se ha notado cierta contención en la contratación, especialmente en el caso de las pequeñas y medianas empresas, que se muestran mucho más prudentes que las grandes empresas.
En el caso de la construcción, el responsable de Manpower espera que una vez pasadas las elecciones, arranque de nuevo la licitación de obras públicas, que supondrá un nuevo aliciente para los profesionales del sector. Grijalba señala además el sector de la salud como uno de los que presenta mejores perspectivas de creación de empleo. Para Santiago Soler, secretario general de Adecco, las nuevas tecnologías y la banca mantendrán el dinamismo. Rius añade el turismo, la logística y el transporte por sus posibilidades de crecimiento, aunque los comerciales acapararán más de las ofertas de empleo que se gestionarán este año.
De momento, el sector industrial parece el destino natural para absorber el excedente de mano de obra, aunque el secretario general de Empleo, Antonio González, cree que el ajuste sectorial se dirigirá también hacia los servicios sociales, la sanidad y la educación.
Las predicciones de Ceprede para el año que viene auguran un ritmo de creación de empleo del 2%, mientras el crecimiento económico transcurrirá en torno al 2,7% de media anual, por lo que la tasa de paro podría dispararse hasta el 8,5%. De igual modo se advierte una desaceleración de las contrataciones indefinidas por el descenso de la actividad empresarial.
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