La construcción pierde más de 11.000 empleos en España
Fuente x Fernando Berrendero
Desde la crisis financiera e hipotecaria en EE UU se observa con atención todo lo que rodea el mundo inmobiliario. Desde empresa de la construcción y venta de inmuebles se niega la “crisis” y se habla de un simple “ajuste”.
Pero una serie de indicadores apuntan en la dirección opuesta. Por una parte, el análisis cuantitativo de las cifras de empleo muestra que el frenazo en la construcción coincide con la mayor subida del paro que se ha producido en un mes de noviembre desde el año 2003. En total, algo más de 11.000 personas provenientes del sector de la construcción han pasado a las listas del INEM.
Por la otra, en el último año, más de 30.000 obreros han pasado a trabajar como autónomos. Según Octavio Granado, secretario de Estado de la Seguridad Social, este dato no significa que las empresas fuercen a sus trabajadores a darse de alta como autónomos con el fin de ahorrarse la cotización a la Seguridad Social, sino que se debe a dos factores: durante años, el boom inmobiliario ha llevado a muchos autónomos a trabajar por cuenta ajena. Además, los resquicios legales permiten a búlgaros y rumanos establecerse como autónomos, a pesar de la moratoria de dos años para conseguir permiso de trabajo impuesta por la UE.
Mientras, de las seis empresas constructoras incluidas en el IBEX- 35, cuatro de ellas (Inmobiliaria Colonial, FCC, Ferrovial y SACYR) vienen acumulando pérdidas de valor en Bolsa desde hace cerca de un año. Tecnocasa ha cerrado el 15% de sus agencias entre noviembre de 2006 y octubre de 2007, aunque, desde fuentes cercanas, aseguran que este cierre en cadena no se debe a la crisis, sino a un “replanteamiento de la empresa y del sector”.
A pesar de todos estos indicadores, y tras casi medio año de “crisis”, no se ha notado ninguna variación significativa en los precios. No en vano, ante el posible colapso del sistema crediticio, los principales bancos centrales (Fed estadounidense, BCE, y Banco Central Japonés) inyectaron decenas de miles de millones de euros al sistema bancario. Si bien esto evitó una serie de bancarrotas, también contribuyó a sustentar una burbuja que, a pesar de todo, empieza a desinflarse: Idealista.com, Tecnocasa, Don Piso, etc., reconocen un aumento en el tiempo necesario para vender un piso. Eduardo Molet, presidente de la Red de Expertos Inmobiliarios, va aún más allá: los precios fijados en el contrato de compraventa se han visto reducidos hasta en un 8,5% respecto del precio inicial de salida al mercado, porcentaje que considera “todavía insuficiente”.
Según diversas fuentes, en un contexto de altos tipos de interés, que dificultan el acceso al crédito, con la demanda estancada, y una sobreoferta de vivienda en todo el Estado, una etapa de expansión del alquiler, en detrimento de la compraventa, podría traer una rebaja en los precios de la vivienda de segunda mano, empujando también a la baja los de nueva construcción.
Desde la crisis financiera e hipotecaria en EE UU se observa con atención todo lo que rodea el mundo inmobiliario. Desde empresa de la construcción y venta de inmuebles se niega la “crisis” y se habla de un simple “ajuste”.
Pero una serie de indicadores apuntan en la dirección opuesta. Por una parte, el análisis cuantitativo de las cifras de empleo muestra que el frenazo en la construcción coincide con la mayor subida del paro que se ha producido en un mes de noviembre desde el año 2003. En total, algo más de 11.000 personas provenientes del sector de la construcción han pasado a las listas del INEM.
Por la otra, en el último año, más de 30.000 obreros han pasado a trabajar como autónomos. Según Octavio Granado, secretario de Estado de la Seguridad Social, este dato no significa que las empresas fuercen a sus trabajadores a darse de alta como autónomos con el fin de ahorrarse la cotización a la Seguridad Social, sino que se debe a dos factores: durante años, el boom inmobiliario ha llevado a muchos autónomos a trabajar por cuenta ajena. Además, los resquicios legales permiten a búlgaros y rumanos establecerse como autónomos, a pesar de la moratoria de dos años para conseguir permiso de trabajo impuesta por la UE.
Mientras, de las seis empresas constructoras incluidas en el IBEX- 35, cuatro de ellas (Inmobiliaria Colonial, FCC, Ferrovial y SACYR) vienen acumulando pérdidas de valor en Bolsa desde hace cerca de un año. Tecnocasa ha cerrado el 15% de sus agencias entre noviembre de 2006 y octubre de 2007, aunque, desde fuentes cercanas, aseguran que este cierre en cadena no se debe a la crisis, sino a un “replanteamiento de la empresa y del sector”.
A pesar de todos estos indicadores, y tras casi medio año de “crisis”, no se ha notado ninguna variación significativa en los precios. No en vano, ante el posible colapso del sistema crediticio, los principales bancos centrales (Fed estadounidense, BCE, y Banco Central Japonés) inyectaron decenas de miles de millones de euros al sistema bancario. Si bien esto evitó una serie de bancarrotas, también contribuyó a sustentar una burbuja que, a pesar de todo, empieza a desinflarse: Idealista.com, Tecnocasa, Don Piso, etc., reconocen un aumento en el tiempo necesario para vender un piso. Eduardo Molet, presidente de la Red de Expertos Inmobiliarios, va aún más allá: los precios fijados en el contrato de compraventa se han visto reducidos hasta en un 8,5% respecto del precio inicial de salida al mercado, porcentaje que considera “todavía insuficiente”.
Según diversas fuentes, en un contexto de altos tipos de interés, que dificultan el acceso al crédito, con la demanda estancada, y una sobreoferta de vivienda en todo el Estado, una etapa de expansión del alquiler, en detrimento de la compraventa, podría traer una rebaja en los precios de la vivienda de segunda mano, empujando también a la baja los de nueva construcción.
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