Las cargas fiscales suben en los países

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Onésimo Alvarez-Moro

Hace unos días, el presidente del gobierno español en una conferencia con empresarios habló de la posibilidad de que su gobierno utilizaría parte del superávit en los presupuestos de estado para bajar los impuestos, como también prometió su ministro de finanzas hace meses, pero no ahora, promesas para el futuro.

Como no es la primera vez que hemos oído esto y como cuando un gobierno, del color que sea, toma nuestro dinero, raras veces nos lo devuelven, ya veremos si se cumple estas promesas, después de las elecciones.

No hay que olvidar que los impuestos son el resultado del gobierno quitando dinero de todos nosotros para financiar su política económica y para pagar los gastos del Estado. Si no lo necesitan para eso, hemos argumentado muchas veces en estas páginas que lo deben devolver a sus legítimos dueños, los contribuyentes. No obstante, cuando decimos eso, siempre hay comentaristas que prefieren que se gaste en más carreteras o más escuelas o en algo, que no sea devolverlo, ya que lo tienen en caja. Como si nunca hay que soltar lo que has conseguido recaudar.

Pues parece que los gobiernos continúan recaudando más y más, no sólo porque las economías van bien y los beneficios de las empresas están en niveles estratosféricas, todo que resulta en más recaudación. También ha estado subiendo la carga fiscal, es decir, el porcentaje de las economías que los gobiernos se llevan.

Un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) nos demuestra que las cargas fiscales han vuelto a los niveles más altos que se han visto en muchos años.

El porcentaje promedio de la carga fiscal de los 30 países más grandes de la OCDE es 36.2% del PIB en 2005, y ahí vemos a los escandinavos liderando la lista.

Esto suele ser suficiente argumento para los que quieren más del gobierno. Si el gobierno de Suecia se lleva más del 50% del PIB, y mira qué bien les va a los suecos, debemos hacerlo nosotros también.