La industria y la sanidad sufren la falta de trabajadores cualificados

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La ley de leyes del capitalismo también se ha impuesto en el mercado de trabajo y ahora son los trabajadores cualificados quienes marcan la pauta por la escasez de la oferta ante una demanda de la economía catalana que parece no tener fín. Los tiempos han cambiado, aseguran en las empresas de trabajo temporal (ETT). Ahora son los candidatos quienes marcan las condiciones y quienes reciben los mimos de los empleadores.

«Al organismo público Servei Català d’Ocupació (SOC) no acude ninguna empresa que busque un trabajador con motivación y cierto talento», asegura Joan Ferrer, director general de Adecco en Cataluña, que cuenta con un 28% de la cuota de mercado en la Comunidad.

Pese a emplear a unas 15.000 personas diariamente, «cada viernes nos vamos a casa con un millar de puestos que no hemos podido cubrir por falta de candidatos», asegura Ferrer. Esto significa que cada semana se quedan sin cubrir unos 4.000 puestos de trabajo entre los gestionados por las empresas especializadas del ramo. Una nimiedad si se tiene en cuenta que sólo el 0,8% de los contratos temporales que se firman en Cataluña son gestionados por ETTs, aunque de cada cien contratos que se firman en Cataluña un tercio no sea con caracter indefinido.

La escasez de candidatos en especialidades sanitarias, como médicos y enfermeros, y en las industriales, como fresador o soldado, les ha convertido en los «reyes» a la hora de la contratación.

A principios de los 90, cuando las ETT empezaron su actividad, había un 20% de paro en España y ahora no supera el 5%. «Si tienes a un ingeniero con implicación y talento, vas al cliente a ofrecerlo y está dispuesto a pagar lo que el candidato pida», asegura Ferrer, no sin reconocer que el cambio de roles ha complicado la gestión diaria de su negocio.

Los tiempos han cambiado. Los candidatos cualificados no se limitan a dejar su curriculum y se van a a esperar que les llamen. Ahora, la empresa de gestión de empleo busca que los profesionales dejen en sus manos la gestión de sus carreras.

Para dar una idea de las carencias actuales, Ferrer asegura que «cualquier perfil cualificado en cualquier sector de la economía catalana tiene garantizado la inserción laboral en menos de un mes». El déficit ha llegado a elevar los niveles de exigencia de los empleados, hasta el punto de que resulta imposible plantear disponibilidad horaria y geográfica. «Eso se acabó; ahora los candidatos quieren trabajar junto a su casa y en horario intensivo, porque saben que si se esperan, acabará empleado».

Cambio de estrategia

Las nuevas circunstancias del mercado laboral del país han obligado a un cambio de estrategia y de enfoque en la actividad, al tiempo que intensifican la cercanía con los candidatos. «Mimamos al trabajador, le atendemos de manera exquisita, sin complicarle la vida en papeleo, de modo que aportamos valor a nuestra relación con el candidato».

Se trata de potenciar las divisiones profesionales. «Son nuevos espacios para los que ingenieros, médicos, enfermeras y todo tipo de profesionales mantengan sus entrevistas con gestores de carreras al margen de la consultoría de selección de personal». La leyenda negra de las ETT hace tiempo que se disipó en España. De cada cien contratos que se firman en Cataluña, 33 son temporales, pero sólo el 0,8% lo gestionan ETTs, frente al casi 3% de la media europea y muy lejos del 5% de Holanda y Reino Unido.

Los países con más protagonismo de las ETT registran menos temporalidad y menos paro. Temporalidad entendida como en el caso de la contratación de un millar de personas que cada año se realiza en el Circuit de Catalunya con motivo del mundial de Fórmula 1. Se trata de estudiantes que sólo trabajan 3 días. «Ningún sindicato niega que somos la opción más garantista de gestionar la temporalidad en el empleo», asegura Ferrer.

Prohibidas en la construcción

Sin embargo, las ETT tienen prohibido en España operar en la administración pública y la construcción, sectores que son los que concentran el mayor porcentaje de temporalidad.

El sector de las ETT también registra el menor índice de siniestralidad allá donde opera. «Es difícil que los subcontratados adopten medidas de formación en prevención de riesgos laborales si la mayoría de los empleados son polacos, ucranianos o magrebíes», asegura Ferrer, que señala la necesidad de recursos para emprender la formación que evite los accidentes laborales. Paradógicamente, mientras la construcción es un sector vetado a las ETT, en Francia es el prioritario de este sector y el que genera el 25% de su facturación.

Aunque la Administración no ha concedido a las ETT el rango de oficinas de empleo, en la práctica existe una mayor permisibilidad a la hora de ofrecer más servicios de empleo en el mismo local.

La línea de negocio de medicina y ciencia avanza en todos los campos por la gran demanda de médicos y ATS debido a que Cataluña es una referencia internacional en medicina privada. Además, se ha producido un auge de los centros de estética y salud y no hay hotel que se precie sin «spa» o centro de tratamientos. Tanta demanda ha provocado una escasez de este tipo de profesionales de la salud. Ante esas circunstancias, se buscan profesionales hispanoamericanos para que el mercado español pueda tender ss necesidades.

En cuanto a las líneas de negocio que agrupa a los perfiles técnicos y de ingeniería, la tendencia es realizar labores de consultoría, emulando el modelo de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, donde la ETT es en un socio externo de proyectos concretos de sus clientes y no se limitan a proveer y seleccionar empleados.

Otra de las profesiones con mucha demanda es la de comercial, tanto en el capítulo de vendedores como en el de promotores y responsables del área. La contratación laboral de eventos puntuales como el gran premio de Fórmula 1, al igual que en el sector de la hostelería, son otros campos abonados para las empresas de trabajo temporal.

En el campo financiero y legal también tiene mucho recorrido, aunque el empleo en la abogacía todavía se gestiona mediante la figura del pasante, una tendencia que en medicina, por ejemplo, ya se ha extinguido. Sin embargo, en el mundo bancario las ETT son toda una institución, no sólo como seleccionadoras, sino también en materia de consultoría y formación.

La tremenda competencia a que se ha visto sometido el sector financiero provoca que las entidades se «roben» directores territoriales.