Más del 70% de los estudiantes de ESO preferiría cobrar el paro a trabajar
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El Instituto Aragonés de Estadística analiza la incorporación de los jóvenes al mundo laboral.Casi la mitad de los encuestados consiguió un empleo en menos de seis meses tras terminar los estudios.
MARÍA ADIEGO. El Periódico de Aragón
El 72,6% de los alumnos aragoneses que completan la Secundaria preferiría cobrar el paro a trabajar. Así lo refleja una encuesta publicada por el Instituto Aragonés de Estadística (IAE) que analiza la inserción laboral de los alumnos que terminaron sus estudios no universitarios en el año 2001 y su trayectoria hasta el año 2005.
El estudio, pionero en su categoría, recoge el itinerario de 1.436 estudiantes de entre 14 y 25 años que en el 2001 se graduaron en Secundaria o abandonaron este ciclo sin terminarlo, los que acabaron Bachillerato, estudiaron ciclos formativos de grado medio y superior y de aquellos que participaron en programas de inserción profesional y casas de oficios.
La conclusión más llamativa es la referida al subsidio de desempleo. Mientras que el 72,6% de los graduados en ESO prefiere cobrar el paro en vez de tener un empleo, la cifra alcanza el 78,2% si se incluye al resto de grupos que participan en la encuesta. Una cifra similar a la media española. El colectivo de estudiantes de ciclos formativos de grado superior es el que menos interés muestra por conseguir un puesto de trabajo, ya que el 87,9% preferiría cobrar la prestación por desempleo.
Por sexos, las mujeres son las más reacias a incorporarse al mercado laboral. Frente al 82,1% de las féminas a las que les gustaría cobrar el paro, se encuentran el 74,2% de los hombres.
RÁPIDA COLOCACIÓN No obstante, hay alumnos con ganas de trabajar y desde el 2001 hasta el 2005, casi la mitad de los estudiantes encuestados (el 47,7%) accedió a un primer empleo con una duración igual o superior a seis meses y de 20 ó más horas semanales. De estos, los graduados en ESO y Bachillerato fueron los que consiguieron unas tasas de colocación más bajas (entre el 23% y el 30%), ya que la mayoría prefirió continuar su formación académica.
Por el contrario, entre el 80% y el 95% de aquellos que realizaron ciclos de FP o talleres de oficios obtuvo trabajo durante el periodo en que duró la encuesta. El 55,1% de hombres se colocó, frente al 40,6% de mujeres.
Los que consiguieron trabajo lo hicieron en un periodo relativamente corto de tiempo, ya que más de la mitad accedió a un puesto laboral en un plazo máximo de seis meses y el 80% lo consiguió en un año. Del total, el 34,2% de los encuestados mantenía su trabajo en el año 2005 y el 90% de estos habían permanecido siempre en la misma empresa.
LAS CINCO CLAVES A la hora de buscar un trabajo hay cinco puntos que preocupan especialmente a los jóvenes, aunque el orden varía ligeramente dependiendo de si los candidatos son hombres o mujeres. La condición más importante, según refleja la encuesta, que debe cumplir un empleo es que ofrezca unas condiciones de trabajo saludables. Después, debe ofrecer un buen sueldo, posibilidades de aprender, de ascender y que tenga larga duración. No obstante, mientras que los hombres prefieren el trabajo mejor pagado, las chicas se inclinan por unas condiciones saludables y colocan el salario en quinto lugar de importancia, por detrás de las posibilidades de aprender, la duración y la adecuación del puesto a la formación recibida. En el lado contrario, los factores que menos preocupan a los jóvenes son las vacaciones, la proximidad entre la oficina y el domicilio y que sea un empleo bien considerado socialmente.
A pesar de la preocupación por el sueldo, más del 42% de los encuestados percibían un salario entre los 750 y los 1.000 euros y el 21% llegaba a los 1.000 euros. El resto percibía sueldos de entre 433 y 750 euros.
Quieren seguir estudiando
En total, 22.067 personas finalizaron sus estudios no universitarios en Aragón en el curso 2000-01, cuando se eligió la muestra que participaría en la encuesta publicada por el IAE. Más de 15.500, el 70,3%, decidieron continuar dentro del sistema educativo mientras que unos 6.500 (29,6%) abandonaron los estudios al año siguiente. Las cifras son levemente superiores a las de la media española, donde el 65,7% decidió continuar sus estudios frente al 34,2% que no prosiguió su formación académica.
Lo que les pone
NICOLÁS ESPADA
Siempre se desea lo que no se tiene y los jóvenes de la ESO del siglo XXI no son menos. Cuando el paro estaba en su clímax, conseguir un trabajo, aunque fuera cutre, era un anhelo muy preciado. Estaba mal visto ser un parado. Ahora que los universitarios se colocan en 6 meses, prefieren cobrar del desempleo que trabajar. Les pone. No pasa nada. Es tan mala esta sociedad como la de hace unos años. Es la que les ha tocado. Suerte que para que cobren el paro primero tienen que trabajar.
El Instituto Aragonés de Estadística analiza la incorporación de los jóvenes al mundo laboral.Casi la mitad de los encuestados consiguió un empleo en menos de seis meses tras terminar los estudios.
MARÍA ADIEGO. El Periódico de Aragón
El 72,6% de los alumnos aragoneses que completan la Secundaria preferiría cobrar el paro a trabajar. Así lo refleja una encuesta publicada por el Instituto Aragonés de Estadística (IAE) que analiza la inserción laboral de los alumnos que terminaron sus estudios no universitarios en el año 2001 y su trayectoria hasta el año 2005.
El estudio, pionero en su categoría, recoge el itinerario de 1.436 estudiantes de entre 14 y 25 años que en el 2001 se graduaron en Secundaria o abandonaron este ciclo sin terminarlo, los que acabaron Bachillerato, estudiaron ciclos formativos de grado medio y superior y de aquellos que participaron en programas de inserción profesional y casas de oficios.
La conclusión más llamativa es la referida al subsidio de desempleo. Mientras que el 72,6% de los graduados en ESO prefiere cobrar el paro en vez de tener un empleo, la cifra alcanza el 78,2% si se incluye al resto de grupos que participan en la encuesta. Una cifra similar a la media española. El colectivo de estudiantes de ciclos formativos de grado superior es el que menos interés muestra por conseguir un puesto de trabajo, ya que el 87,9% preferiría cobrar la prestación por desempleo.
Por sexos, las mujeres son las más reacias a incorporarse al mercado laboral. Frente al 82,1% de las féminas a las que les gustaría cobrar el paro, se encuentran el 74,2% de los hombres.
RÁPIDA COLOCACIÓN No obstante, hay alumnos con ganas de trabajar y desde el 2001 hasta el 2005, casi la mitad de los estudiantes encuestados (el 47,7%) accedió a un primer empleo con una duración igual o superior a seis meses y de 20 ó más horas semanales. De estos, los graduados en ESO y Bachillerato fueron los que consiguieron unas tasas de colocación más bajas (entre el 23% y el 30%), ya que la mayoría prefirió continuar su formación académica.
Por el contrario, entre el 80% y el 95% de aquellos que realizaron ciclos de FP o talleres de oficios obtuvo trabajo durante el periodo en que duró la encuesta. El 55,1% de hombres se colocó, frente al 40,6% de mujeres.
Los que consiguieron trabajo lo hicieron en un periodo relativamente corto de tiempo, ya que más de la mitad accedió a un puesto laboral en un plazo máximo de seis meses y el 80% lo consiguió en un año. Del total, el 34,2% de los encuestados mantenía su trabajo en el año 2005 y el 90% de estos habían permanecido siempre en la misma empresa.
LAS CINCO CLAVES A la hora de buscar un trabajo hay cinco puntos que preocupan especialmente a los jóvenes, aunque el orden varía ligeramente dependiendo de si los candidatos son hombres o mujeres. La condición más importante, según refleja la encuesta, que debe cumplir un empleo es que ofrezca unas condiciones de trabajo saludables. Después, debe ofrecer un buen sueldo, posibilidades de aprender, de ascender y que tenga larga duración. No obstante, mientras que los hombres prefieren el trabajo mejor pagado, las chicas se inclinan por unas condiciones saludables y colocan el salario en quinto lugar de importancia, por detrás de las posibilidades de aprender, la duración y la adecuación del puesto a la formación recibida. En el lado contrario, los factores que menos preocupan a los jóvenes son las vacaciones, la proximidad entre la oficina y el domicilio y que sea un empleo bien considerado socialmente.
A pesar de la preocupación por el sueldo, más del 42% de los encuestados percibían un salario entre los 750 y los 1.000 euros y el 21% llegaba a los 1.000 euros. El resto percibía sueldos de entre 433 y 750 euros.
Quieren seguir estudiando
En total, 22.067 personas finalizaron sus estudios no universitarios en Aragón en el curso 2000-01, cuando se eligió la muestra que participaría en la encuesta publicada por el IAE. Más de 15.500, el 70,3%, decidieron continuar dentro del sistema educativo mientras que unos 6.500 (29,6%) abandonaron los estudios al año siguiente. Las cifras son levemente superiores a las de la media española, donde el 65,7% decidió continuar sus estudios frente al 34,2% que no prosiguió su formación académica.
Lo que les pone
NICOLÁS ESPADA
Siempre se desea lo que no se tiene y los jóvenes de la ESO del siglo XXI no son menos. Cuando el paro estaba en su clímax, conseguir un trabajo, aunque fuera cutre, era un anhelo muy preciado. Estaba mal visto ser un parado. Ahora que los universitarios se colocan en 6 meses, prefieren cobrar del desempleo que trabajar. Les pone. No pasa nada. Es tan mala esta sociedad como la de hace unos años. Es la que les ha tocado. Suerte que para que cobren el paro primero tienen que trabajar.
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