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El empleo creado con el gobierno del PSOE es de baja calidad

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Nueva de cada diez de los empleos creados bajo el mandato socialista no cobran ni el doble del salario mínimo interprofesional. La economía española marcha bien. Crece por encima del 3,5%, con un déficit público, no ya controlado, sino totalmente superado, y con una deuda pública cuyo peso es inferior al de muchos de los países de nuestro entorno.
Sin embrago en nuestro país los salarios han crecido por debajo del crecimiento económico y en ciertos sectores por debajo de la inflación. Mucha culpa la tiene la inmigración, ya que la absorción de mano de obra inmigrante en España se está basando en la explotación salarial. Según el último informe de la Agencia Tributaria sobre mercado de trabajo y pensiones, la práctica totalidad de todos las altas en el merado de trabajo desde 2005 no alcanzaban el doble del salario mínimo interprofesional., situado actualmente en 570 euros.
El salario medio de los empleos que se han creado ronda los 700 u 800 euros mensuales. Sí, el trabajo ha crecido, pero en condiciones cada vez más duras. España, según la Agencia Tributaria, tiene 19 millones de “mileuristas”, es decir personas con ingresos mensuales brutos inferiores a los 1000 euros, que por las catorce pagas sitúan a estas personas por debajo de los 14.000 euros al año. España sigue siendo el país de la Europa de los 15, con salarios más bajos. Tanto, que el ingreso medio de un europeo el 2055 fue de 34.412 euros, mientras que un español ingresó solo 20.438. Es decir un 40,6% menos.
Otro dato preocupante es que si bien en los últimos años el PIB ha crecido a un ritmo del 3,6%, el aumento de la renta por persona es significativamente menor, de solo un 2,6%. Por consiguiente, la riqueza global del país no guarda relación con la mejora económica de sus habitantes. El resultado de todo ello es que el proceso de convergencia con Europa se ha detenido.
Si a estos datos añadimos nuestra baja productividad, el monumental déficit de la balanza comercial española, el escaso tejido industrial que se ha renovado y mucho menos creado oel fenómeno de la deslocalización, nos quedamos con que el motor de nuestra economía ha sido la construcción y el turismo, seguido del sector servicios. Si la construcción se desacelera, bastará un pequeño desastre en el consumo interno para estar al borde de la crisis.

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