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Blogempleo, el blog de noticias de empleo

24 creencias erróneas sobre el mundo del empleo que tienen también efectos nocivos en otros contextos vitales y personales.

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1. La creencia de la MOTIVACIÓN.
“Todo el mundo quiere trabajar”.

Este principio implica que cuando una persona no tiene empleo se da por hecho que está desempleada, es decir, que busca y está interesada en trabajar. Pero es evidente que existen en un momento dado muchas personas inactivas, que no quieren incorporarse al mercado de trabajo. En general no debemos asumir a priori la existencia de motivación. Por ejemplo, se dice que “todos los niños de por sí quieren aprender“ o “todas las madres tienen instinto maternal”. Pues dependerá de cada niño y de cada madre y de las experiencias que hayan tenido, ¿no?

2. La creencia del CONOCIMIENTO.
“Yo sé por qué estoy desempleado o por qué mi vida profesional anda tan mal”.

No cabe duda de que todos/as somos capaces de enumerar los supuestos factores responsables de estas situaciones, pero una cosa es dar razones y otra es tener razón. Eso del autoconocimiento esta sobrevalorado y es mucho más difícil de lo que parece.

3. La creencia del MOTIVO ÚNICO.
“Si estoy en desempleo es por algo en concreto, algo que he hecho mal o que dejé de hacer.”

Las cosas son mucho más sencillas de lo que parecen pero no necesariamente simples. Cuando estamos en una situación mala o complicada muchos factores y muchos errores acumulados serán los responsables, seguro.

4. La creencia de la SUERTE.
“Si no encuentro empleo o si no lo mantengo es porque no tengo suerte. Sin suerte, no importa cuanto tiempo busque o cuanto me esfuerce”.

Esta famosa y frecuente creencia es más una queja o una excusa que un pensamiento racional, ¿no?

5. La creencia del CASTIGO DIVINO.
“Trabajar no le gusta a nadie, sólo se trabaja para ganar dinero”.

Pues no, hay gente rara que disfruta trabajando porque las tareas que desarrollan están relacionadas con sus intereses personales y profesionales. Uno puede desarrollar motivaciones nuevas o encontrar empleos más relacionadas con lo que le gusta.

6. La creencia JUSTIFICATORIA.
“No encuentro empleo por mi discapacidad; porque no tengo experiencia, porque no hay empleo en mi ciudad, porque ………”

Sin duda todos nosotros/as podremos completar la línea de puntos suspensivos sin ningún problema para esto del trabajo como para cualquier cosa que no nos vaya razonablemente bien.

7. La creencia del RIESGO.
“Me arriesgaría si fuese seguro”; “Si yo supiese que iba a encontrar un buen empleo en otra ciudad me iría ahora mismo”; “Si hacer ese curso me diera posibilidades seguras de empleo pagaba lo que fuera por hacerlo”; “Sólo me iré de casa de mis padres para no volver”.

Parece que esto de no arriesgarse o de no intentarlo a menos que "tengamos garantías" es un pariente cercano de la creencia justificatoria. Esta habilidad para alimentar la indolencia podría llegar a “no hablo con nadie porque no es seguro que me vayan a caer bien”.

8. La creencia FATALISTA.
“Lo que me pasa a mi no le pasa a nadie”.

¡Como si tuvieramos las estadísticas completas de lo que nos pasa a todos/as¡ La tía cercana de este gracioso pero absurdo pensamiento es la creencia de la suerte.

9. La creencia ENVIDIOSA.
“Si los demás encuentran empleo o encuentran empleos mejores que yo no es porque se lo merezcan o se hayan esforzado. Algo habrán hecho.”

Justo eso mismo están pensando otros muchos de ti.

10. La creencia ANTI-ESPECIALIZACIÓN.
“Si elijo objetivos profesionales y me especializo perderé oportunidades”. “Si busco empleo en cualquier cosa tendré más posibilidades”.

Es como decir que si uno es bueno o experto en alguna materia, pongamos física de partículas, le costará más trabajo encontrar un empleo relacionado con este tema que hallar un curro de camarero en Benidorm. Se me ocurren algunos comentarios ácidos contra las frecuentes críticas a la especialización profesional pero os los dejaré a vosotros/as. Y es que especializarse no quiere decir robotizarse o encorsetarse, uno puede seguir desarrollando competencias generalistas mientras se convierte en un trabajador con valor añadido.

11. La creencia de la INFIDELIDAD.
“No es bueno centrarse en unas líneas profesionales, objetivos o empleos concretos. Es mejor ir aceptando lo que vaya saliendo”.

Entonces debes prepararte para ir aceptando también lo que te vayan pagando.

12. La creencia de la CURSITIS.
“Hacer cursos siempre ayuda”.

Sin comentarios, porque ya los hicimos.

13. La creencia de la TITULITIS.
“Si soy universitario tengo más posibilidades que si hago FP”.

¿Más posibilidades para qué?

14. La creencia AUTOSUFICIENTE.
“Yo ya conozco y aplico todas las técnicas de búsqueda más adecuadas para mi caso. Si no encuentro empleo es porque no hay”.

Claro, y a los que están contratando en este momento con tu mismo objetivo y perfiles profesionales los han traído de Marte.

15. La creencia de la INMEDIATEZ.
“En cuanto me ponga a buscar encontraré empleo rápidamente, y además el que me interesa.”

Eso de ponerse a planificar a medio plazo y aceptar que los grandes e importantes retos y objetivos pueden conllevar tiempo, dedicación y habilidad todavía no se ha convertido en una creencia a seguir. Y es que competir con los mediocres pero rápidos resultados del aquí-te-pillo-aquí-te-mato está complicado.

16. La creencia GENERALISTA.
“Todo el mundo debe buscar empleo de la misma forma y conseguirá los mismos resultados”.

Esto es lo que se consigue con los consejos de manual sobre la búsqueda de empleo y sobre el desarrollo profesional plagados de tópicos y obviedades, como también ocurre con los principios de autoayuda. El médido de familia puede detectar la fiebre y darte aspirinas, pero vete luego al especialista que seguro que profundizará en tu problemática. Lo que le sirve a Brad Pitt para ligar es más que probable que sea inefectivo en tu caso. Y lo digo de forma solidaria.

17. La creencia de la CANTIDAD.
“Cuantos más currículos envíe más posibilidades tengo.”

Una usuaria auxiliar de clínica sin experiencia batió todos los records de envío indiscriminado de currículos: en un mes 2000 clínicas de toda España recibieron su candidatura. Después de algunos meses no había recibido ninguna respuesta. Le pregunté qué conclusión había sacado de esta forma de buscar empleo para su caso. Me dijo: debe ser que no he enviado suficientes currículos.

18. La creencia del ACTIVISMO.
“Siempre es bueno estar haciendo algo, sea lo que sea”.

Lo que sin duda es bueno estar siempre haciendo es analizar para qué sirve y qué resultados tiene lo que uno hace.

19. La creencia de la EDAD.
“Ya soy muy mayor para empezar a estudiar de nuevo”. “Todavía soy muy joven para pensar en el futuro profesional”.

Uy, el tema de la edad es ya un clásico.

20. La creencia de la INERCIA.
“Más vale seguir haciendo lo que hago” “Reciclarme o aprender una nueva profesión va a ser mucho más difícil y/o costoso, en tiempo y/o dinero, que seguir con mi profesión o mi vida profesional actual, aunque no me haya ido bien en los últimos años”. “No me gusta mucho mi trabajo actual pero más vale lo malo conocido que lo peor por conocer.”

Hasta que la inercia nos hace descarrilar no nos daremos cuenta de lo chungo que es dejarse llevar.

21. La creencia de la INSISTENCIA.
“Seguiré buscando igual aunque no me vaya bien”. “No he tenido éxito buscando empleo de la forma en que lo he hecho, o buscando en mi ciudad, etc., y no tengo muy claro por qué, pero creo que tarde o temprano tendrá que llegar”.

La diferencia entre la tenacidad y tropezar tantas veces como sea necesario con la misma piedra está en la evaluación. Si has hecho 7 cursos de formación generalista, todos diferentes, y ninguno te ha llevado al empleo, tal vez haya llegado el momento de dejar de hacer cursos de ese tipo. Nadie te recriminará esa decisión, seguro.

22. La creencia en el CURRICULUM.
“En la vida profesional, lo más importante es el currículo.”

En la vida profesional lo más importante no es el papel donde imprimes tu vida profesional, sino la vida profesional que tienes.

23. La creencia del ENCHUFE.
“Todos los empleos que se encuentran por relaciones personales o por la ayuda de conocidos son enchufes para gente que no se lo merece o no sabe trabajar.”

¿Lo dices por experiencia? Teniendo en cuenta la creencia generalista y la creencia envidiosa tal vez debamos dedicarnos a hacer menos grandes afirmaciones y más a centrarnos en los métodos más eficaces para encontrar y mejorar en el empleo en nuestro caso. Si gestionar tus contactos es uno de ellos, dale caña también y no mire a quién.

24. La creencia de la ORIENTACIÓN INÚTIL.
“La orientación profesional no vale para mucho. Son sólo charlas sobre cómo buscar empleo, consejos para la confección del curriculum e información sobre empresas donde se pueden uno presentar como candidato.”

Me parece que sería interesante que cambiaras de “orientador/a” lo antes posible.

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