Blogia
Blogempleo, el blog de noticias de empleo

El Gobierno estima en 300.000 los despidos en la construcción, pero niega crisis inmobiliaria

Fuente
El director de la Oficina Económica del Presidente, David Taguas, cifró en “unos 300.000″ los empleos que desaparecerán en el mercado de la vivienda en los próximos dos años. Durante la clausura de las jornadas sobre diversificación del sector inmobiliario organizadas por la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid, Asprima, Taguas señaló que este sector está “en un proceso puntual de ajuste, de unos dos o tres trimestres”.

Taguas estimó que la mano de obra que se destina a la construcción de una vivienda es de 2,3 puestos de trabajo y apuntó que “la destrucción de empleo en vivienda” se trasladará a otros sectores como la Industria o el Turismo. De hecho valoró el “enorme dinamismo” que está mostrando el mercado de obra civil y dijo que los planes de infraestructuras del Gobierno “son muy ambiciosos” por lo que descartó un aumento de las inversiones en este ámbito.

Según el director de la Oficina Económica del Presidente, es “muy exagerado” hablar de crisis en el sector inmobiliario “teniendo en cuenta los últimos datos del cuarto trimestre” ya que el sector se encontraba en los últimos años en una fase expansiva.

Por su parte, el presidente de la patronal madrileña de promotores inmobiliarios (Asprima), José Manuel Galindo, llamó hoy a la “sensibilización” de todos los agentes del sector, especialmente de bancos y cajas, para que financien “coyunturalmente” a las empresas del sector, aunque sea con créditos más caros, hasta que finalice el “ajuste del ciclo”.

En declaraciones a los medios durante la celebración la jornada informativa de Asprima “Diversificación del sector inmobiliario y perspectivas para los principales segmentos”, Galindo extendió también este llamamiento al Banco de España, como órgano tutelante, así como al Gobierno.

En este sentido, el presidente de Asprima apuntó que, pese a que los ajustes en el nivel de producción residencial y empleo en el sector podrán ser “razonablemente” absorbidos, “lo lógico en estos momentos es que se tomen medidas que mantengan la actividad inmobiliaria para que el conjunto de la economía se resienta lo menos posible”, apostilló.

Con todo, Galindo quiso dejar claro que este llamamiento no supone una demanda de intervención de ningún órgano concreto en el sector, en referencia a la posibilidad de que el lobby de empresarios del sector G-14, del que Asprima es miembro invitado, haya solicitado al Gobierno una línea de créditos blandos a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Por otro lado, Galindo apuntó que las entidades financieras tienen aún margen para ofrecer mayores facilidades en la concesión de créditos a los promotores. Así, afirmó que en la actualidad las ratios de morosidad son muy reducidas, por lo que “las cantidades que bancos y cajas han de destinar a provisiones en estos momentos están muy por encima de las encima de las necesidades reales”.

Por ello, lanzó un mensaje claro al sistema financiero: “Todo lo que fuera liberación de más crédito o mayor liquidez sería bienvenido”.

Entre tanto, Galindo también se refirió a la incertidumbre sobre cual será el efecto real de la reforma del Plan de Vivienda 2005-2008, aprobada el pasado viernes, por la que se disponen una serie de modificaciones orientadas a facilitar la comercialización de gran parte del “stock” inmobiliario actualmente paralizado ante la desaceleración de la demanda.

El motor, gripado

Desde una perspectiva global, Galindo reconoció que el sector de la construcción dejará de ser en un futuro próximo el “motor” de la economía, pero quiso dejar claro que esta evolución no supondrá tampoco una “debacle”.

No obstante, el presidente de Asprima fijó una demanda de vivienda prevista para los próximos años de en torno a 450.000 inmuebles, lo que, dijo, “todavía sería una contribución importantísima al PIB”.

Por último, Galindo insistió en que la actual desaceleración del sector supone sólo un cambio de ciclo de carácter coyuntural, no estructural, por cuanto responde al comportamiento intrínseco del mercado, más concretamente, a un tardío ajuste de la oferta a la desaceleración de la demanda.

0 comentarios