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El Gobierno vasco ofrece empleo y vacaciones a los alumnos que elijan la Formación Profesional

Fuente
Plan para relanzar la FP en Euskadi
Los jóvenes que quieran aprender un oficio en la industria podrán estudiar y ganar un sueldo a la vez
Los centros vascos de FP tenían 5.200 plazas vacías el año pasado
Se pretende incorporar a la mujer
 
Sueldo: el estudiante percibirá un salario según el convenio por la mitad de las horas anuales.
Vacaciones: Navidad, Semana Santa y verano.
Cotizaciones: desempleo y jubilación.
Inserción laboral: prácticamente asegurada. El contrato laboral de tres años se puede convertir en indefinido con cierta facilidad.
Horario laboral: el estudiante-trabajador sólo realizará turnos de día y nunca horas extraordinarias.
Puesto de trabajo: el empleo que se obtenga estará vinculado al aprendizaje recibido.
Control: la evolución del joven será analizada por un tutor del centro educativo y por un monitor en el lugar de trabajo.
Subvenciones: la empresa recibirá 3.500 euros por alumno el primer año; 2.500, el segundo y 1.250, el tercero.
Programa piloto: cuatro centros de FP de Usurbil, Elgoibar, Santurtzi y Vitoria.
 
El Gobierno vasco quiere captar alumnos para la Formación Profesional (FP), ofreciéndoles la posibilidad de estudiar y trabajar al mismo tiempo en una empresa del sector de la máquina-herramienta. Desde el primer curso, y durante tres años académicos, los jóvenes acudirán cuatro horas diarias a una fábrica, cobrarán el salario estipulado en el convenio y disfrutarán de vacaciones pagadas en verano, además de los días de Navidad y Semana Santa. Así lo anunciaron ayer los viceconsejeros de Formación Profesional y de Trabajo, Iñaki Mujika y Juan José Loroño, respectivamente, quienes se mostraron convencidos de que el proyecto -otro intento más para relanzar la FP en Euskadi- ayudará a paliar el déficit de operarios en las fábricas, palpable en la comarca guipuzcoana del Bajo Deba.
Las enormes dificultades para potenciar la FP quedaron de manifiesto el año pasado, cuando el Departamento de Educación informó de que los centros del País Vasco tenían 5.200 plazas vacías, a pesar de la gran oferta de empleo existente en la industria y en la hostelería. En los últimos diez años, el Gobierno vasco ha elaborado dos planes específicos para la enseñanza laboral -en 1997 y en 2004- y está diseñando otro nuevo para presentarlo este año. Sin embargo, estos esfuerzos no han conseguido que aumente el número de titulados de FP. De hecho, ha ocurrido lo contrario, pues en el curso 2004-2005 se contabilizaron 15.652, mientras que en el 2006-2007 cayeron hasta 14.157. Y la tendencia decreciente se repetirá, probablemente, durante el presente curso.

Las autoridades educativas reconocen que muy pocos jóvenes vascos se matriculan en la Formación Profesional. Este año se inscribieron algo más de 25.000, lo que supone un descenso de 4.000 respecto a 2002. Además, los alumnos no se inclinan demasiado por los ciclos formativos industriales, lo que impide acometer el relevo generacional en las empresas de ese sector. La alarma ha cundido, por ejemplo, en dos importantes fábricas de Guipúzcoa que se enfrentan a más de cien jubilaciones en los próximos años.

En tres años

A la vista de esa situación, que ni siquiera parece resolverse con la llegada de mano de obra extranjera, los Departamentos de Educación y de Trabajo han intervenido de forma concertada para buscar operarios cualificados entre los adolescentes vascos que terminan la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO). Loroño y Mujika les ofrecieron ayer una fórmula aparentemente atractiva si aprenden un oficio relacionado con la máquina-herramienta: estudiarán el ciclo de FP no en dos años, como ocurre ahora, sino en tres, pero cobrando un salario desde el primer día, con un 'contrato indefinido a tiempo parcial'. «La inserción laboral definitiva en la empresa estaría casi asegurada», destacó el viceconsejero de Trabajo. «Y los convenios del metal son de los mejores», terció su homólogo de Formación Profesional.

El programa que han diseñado las consejerías de Educación y Trabajo se denomina 'Ikasi eta Lan' y ha sido discutido previamente con la patronal vasca (Confebask) y con los sindicatos. En octubre pasado se puso en marcha una experiencia piloto con 75 alumnos repartidos en cuatro centros de Vitoria, Elgoibar, Usurbil y Santurtzi, respectivamente.

Durante el primer trimestre, los jóvenes han dedicado treinta horas semanales a estudiar la prevención de riesgos laborales, los temas vinculados con la calidad y las relaciones en el entorno laboral. El trabajo en la fábrica empieza este mes, en jornadas de cuatro horas al día y veinte por semana. Ahora bien, sin turnos de noche ni horas extras.

Los 75 alumnos han sido distribuidos en cuatro empresas escogidas por el Gobierno vasco tras una selección cuidadosa. Todos los oficios están relacionados con la producción mecanizada, el mantenimiento de equipos industriales y las instalaciones electrotécnicas. El viceconsejero Juan José Loroño aclaró que los alumnos de FP no serán simples contratados en prácticas, sino trabajadores destinados a quedarse en la fábrica que les ha formado, como ocurría antaño en la industria vasca.

Precisamente, la razón por la cual no se han incluido los negocios de hostelería en el nuevo programa de FP es la imposibilidad de llevar un control de las actividades del alumno, que deben ser supervisadas conjuntamente por un tutor escolar y por un monitor en el lugar de trabajo. La empresa recibirá 3.500 euros por cada joven que contrate durante el primer año; 2.500, el segundo y 1.250, el tercero. Los responsables de la iniciativa la contemplan con optimismo porque se inspira en el modelo que «ha funcionado con éxito» en el Grupo Mondragón.

Según Loroño, «el objetivo ideal» del Gobierno vasco sería que cada centro de FP estuviera adaptado a las necesidades de las fábricas y de los talleres de la comarca. De momento, las autoridades laborales se conforman con despertar el interés de los jóvenes que han sacado el título de ESO y no saben si van a continuar con el bachillerato o albergan dudas sobre el oficio al que se quieren dedicar. La Formación Profesional, insistieron Iñaki Mujika y Juan José Loroño, les ofrece un empleo industrial desde el principio.

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