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La política comunitaria en apoyo de la movilidad en el empleo.

Fuente Eduardo Rojo 
1. La publicación el pasado 6 de diciembre de una nueva Comunicación de la Comisión Europea sobre la movilidad en el trabajo, con la puesta en marcha del “plan de acción europeo para la movilidad del empleo (2007-2010)”, entendida la movilidad como instrumento tanto para la creación de empleo como para el desarrollo individual de la persona que la practica, parece un buena ocasión para analizar los ejes más importantes de la política comunitaria en este ámbito. Esta política se ha desarrollado a partir de la aprobación de la Estrategia de Lisboa el año 2000 y ha sido recogida en tres Comunicaciones, datadas de 2001, 2002 y la que se acaba de hacer pública, sin olvidar la importancia que tuvo la designación de 2006 como el año europeo de la movilidad de los trabajadores.

Los últimos datos de la oficina estadística Eurostat demuestran que el flujo de trabajadores de la UE-27 que viven y prestan sus servicios en otro Estado miembro es del alrededor del 2 %, obviamente un número muy reducido en proporción al total de la población trabajadora comunitaria, pero la reciente Comunicación quiere destacar el dato positivo de que en la Europa-15 el número se ha incrementado desde las 470.000 personas “móviles” en el año 2002 a los cerca de 610.000 en el año 2005, y que además hay un número importante de trabajadores estacionales y transfronterizos que son a menudo desconocidos por las estadísticas nacionales y que pueden incrementar el porcentaje antes referenciado.

2. Al examen de las tres Comunicaciones se dirigen los comentarios que siguen en esta nueva entrada del blog. En todas ellas, se constatan las limitaciones que deben corregirse, tanto jurídica como socialmente, para conseguir que la movilidad pueda valorarse como algo positivo por aquellos trabajadores que deseen practicarle, y que son básicamente las siguientes: costes económicos de alojamiento en el nuevo territorio, cómo afecta a la situación laboral de la pareja y educativa de la familia en su caso, las restricciones jurídicas todavía existentes a la llamada portabilidad de las pensiones, o las limitaciones todavía vigentes en cuanto al reconocimiento de conocimientos y calificaciones adquiridas en otros Estado miembros; sin olvidar, sin duda la más importante limitación hoy por hoy y que es la barrera de los idiomas que existe en una Europa plurilingüística, a diferencia por ejemplo de lo que ocurre en Estado Unidos. Por otra parte, la Comisión ya anuncia que seguirá trabajando en el desarrollo y puesta en marcha de nuevas medidas en este ámbito, y que realizará un informe de sus resultados cuando haya transcurrido la mitad del período de vigencia, para su publicación en 2009.


3. La Estrategia Europea para el Empleo (EEE) requiere, para su efectivo funcionamiento y eficacia, de unos mercados de trabajo abiertos a todos y accesibles a todos, tal como se constata en los documentos comunitarios que desarrollan este ámbito de acción y que fue apuntado como esencial en la aportación que realizó la Comisión Europea al Consejo europeo de Estocolmo de marzo de 2001.


El texto, más en concreto la Comunicación de 28 de febrero de dicho año, hacía un extenso repaso de las medidas adoptadas y las iniciativas en aquel momento en curso para desarrollar la movilidad, así como exponía cuáles sería necesario adoptar para encarar los nuevos desafíos, facilitando la libre circulación de las personas y aumentando el nivel de competencias y su transferibilidad de un país a otro. Entre los factores existentes que justifican la intervención de los órganos de dirección comunitaria el texto se refería de forma especial a la presión ejercida por las empresas europeas que cada vez están más integradas a fin de disponer de un marco legal que agilice la contratación de personal; los profundos cambios estructurales que se están produciendo en Europa como consecuencia de la globalización, los avances tecnológicos, la evolución demográfica, el propio proceso de integración europea con la aparición de la moneda única, el desarrollo del sector de los servicios donde se requiere para muchos puestos de trabajo niveles medios y altos de cualificación profesional y en donde se están desarrollando actividades de elevado contenido tecnológico, las aspiraciones sociales de sectores de la población, y el desafío que plantea la necesidad de garantizar una mayor convergencia y mejores oportunidades en todas las regiones de la Unión Europea (UE) para hacer frente tanto a los cambios económicos y sociales como a la tendencia de una mayor integración en ambos.

En definitiva, el objetivo de las propuestas presentadas en la Comunicación era el de conseguir no más tarde del año 2005 un mercado europeo de trabajo integrado, de forma que se eliminen los obstáculos que todavía subsisten para lograrlo, que sea abierto y accesible a todos, que permita garantizar un adecuado equilibrio entre la oferta y la demanda de cualificaciones y desarrollar los niveles de competencia de la mano de obra por medio del aprendizaje permanente, y que permita su integración con los mercados de productos y capitales a fin de lograr el pleno desarrollo del mercado interior europeo. La Comisión consideraba fundamental, a estos efectos, aumentar significativamente, con relación al 10 % entonces existente, el porcentaje de adultos en la Unió Europea (UE) que reciba enseñanza o formación complementaria.

Entre los obstáculos que se citaban como limitativos de la aparición de nuevos mercados de trabajo europeos, y que convendría suprimir o limitar, se señalaban en el documento los siguientes: de carácter social, cultural y lingüísticos, tales como la falta del flexibilidad del sistema inmobiliario, el cambio de los sistemas de enseñanza para los hijos de los desplazados y el poco conocimiento de lenguas extranjeras; de carácter económico tales como las dificultades jurídicas existentes para la transferibilidad de las pensiones complementarias o privadas, o las diferencias en los regímenes fiscales existentes; de carácter educativo - profesional, en cuanto que todavía subsisten numerosas dificultades para el reconocimiento en otro Estado de las cualificaciones profesionales, académicas y de formación profesional obtenidas en un Estado (ya fuere o no el de origen, dentro o fuera de la UE) de quien se desplaza; la falta de accesibilidad de la información económica y social necesaria; en fin, la existencia de obstáculos inherentes al desarrollo económico y tecnológico que pueden facilitar el traslado de puestos de trabajo a países ajenos a la UE o desarrollar nuevas formas de trabajo irregular en su interior.

La estrategia operativa puesta en marcha por la Comisión se articulaba en dos fases. La primera perseguía la puesta en práctica de determinadas acciones políticas fundamentales que corrigieran los obstáculos existentes al desarrollo de las competencias, movilidad e información antes apuntados, con especial atención al reconocimiento de las cualificaciones profesionales, tanto las adquiridas en el ámbito educativo como aquellas obtenidas directamente en el ámbito laboral, la potenciación del aprendizaje permanente y de las mejores prácticas en los sistemas de educación y formación, potenciando además la movilidad de los investigadores, estudiantes, formadores, profesores, y de todo aquel que desee trabajar fuera de su Estado.

La segunda fase consistía en la creación de un grupo operativo de alto nivel sobre las cualificaciones y la movilidad, integrado por reconocidos expertos en la materia, cuya razón de ser sería la de examinar en primer lugar cuáles son las fuerzas motrices y las principales características de los nuevos mercados de trabajo, así como determinar cuáles son los principales obstáculos al desarrollo de estos, al objeto de formular finalmente una serie de propuestas políticas que permitieran lograr ese objetivo antes apuntados de que en el año 2005 los mercados de trabajo europeos fueran abiertos a todos y accesibles a todos.

4. Un año más tarde, el 13 de febrero, la Comisión presentaba una nueva e importante Comunicación en la que exponía su plan de acción sobre las capacidades y la movilidad.


El Plan de acción que se presentó en esta Comunicación suponía la culminación del proceso que se inició en febrero de 2001 con la Comunicación de la Comisión antes explicada sobre los nuevos mercados de trabajo europeos. El Plan se basaba en las conclusiones del informe presentado en diciembre de 2001 por el grupo operativo de alto nivel sobre las cualificaciones y la movilidad, y tenía por objetivo crear las condiciones que favorezcan la apertura de los mercados de trabajo europeos y la accesibilidad como máximo en el año 2005, así como crear oportunidades que permitan que los ciudadanos puedan desplazarse libremente por el territorio de la UE con fines educativos o profesionales, oportunidades que sólo existirán si se mejora la movilidad en el mercado de trabajo, lo que requiere de la mejora de los niveles de capacitación y la supresión de los obstáculos a aquella.

El documento plantea propuestas de actuación para hacer frente a lo que se califican de “problemas fundamentales” a resolver para facilitar la apertura de los mercados de trabajo europeos, problemas que son básicamente tres: una movilidad profesional deficiente, con la consiguiente necesidad de mejorar los sistemas de educación y formación, así como también y en el plano más específicamente europeo de mejorar los sistemas de reconocimiento de cualificaciones y competencias y en concreto el reconocimiento institucional del aprendizaje independiente de la forma como se haya adquirido; bajo nivel de movilidad geográfica entre los Estados miembros y dentro de los mismos, con la consiguiente necesidad de mejorar las capacidades lingüísticas y de adoptar políticas de vivienda, fiscales y de protección social que incentiven dicha movilidad, así como facilitar el desarrollo de una política de inmigración de ámbito comunitario; en fin, la dificultad de acceso a la información que según el documento disuade a muchas personas de cambiar de empleo o de ámbito profesional de actividad, circunstancia que se podría solucionar creando un sitio centralizado de información sobre la movilidad, un mejor funcionamiento del sistema EURES y la puesta en marcha de campañas adecuadas de información. Desde el ámbito operativo se propone que la Comisión evalúe cada año la aplicación de este Plan de acción en la reunión del Consejo Europeo de primavera.

De los aspectos concretos que son objeto de estudio y análisis por el documento conviene hacer referencia a algunos datos especialmente significativos:

A) La necesaria mejora de la calidad de la educación y formación iniciales, pues todavía en el año 2000 la tasa media de abandono escolar en la UE fue del 18’5 %, oscilando entre el 8 y el 40 % según los Estados.

B) La toma en consideración del proceso de envejecimiento de la población activa, de forma que los planteamientos en materia de educación y formación deben prestar atención a todas las etapas de la vida, a fin de asegurar que las futuras generaciones de personas de edad avanzada “puedan adquirir las capacidades requeridas, adaptarse a los cambios en el entorno empresarial y laboral y equiparse para aprovechar itinerarios profesionales más flexibles”.

C) No debe olvidarse que en bastantes hogares existen dos fuentes de ingresos, y de ahí que la movilidad geográfica de un miembro de la pareja sólo será realmente factible en muchas ocasiones si se posibilita también que el otro miembro activo del hogar encuentre posibilidades de empleo en la zona a la que se desplacen. Asimismo, la movilidad puede ser favorecida por una política común europea de inmigración que facilite la libre circulación intracomunitaria de los ciudadanos de terceros países que residen en un Estado de la UE.

D) A fin de mejorar el grado de conocimientos de los trabajadores, la Comisión propuso que como máximo en el año 2004 los Estados miembros y los agentes sociales habían de emprender iniciativas conjuntas encaminadas a “promover el mantenimiento de los trabajadores en el empleo, haciendo especial hincapié en el acceso y la participación de los trabajadores en la formación dentro de la empresa”, con objetivos específicos para los trabajadores de 55 a 64 años, para conseguir llegar a una tasa de empleo del 50 % en el año 2010.

5. Como he expuesto con anterioridad, el nuevo plan europeo para la movilidad de empleo se ha aprobado por la Comunicación de 6 de diciembre y comprenderá el período 2007 (o más exactamente habría que decir lo que queda del mismo, realmente muy poco) hasta el 2010. El texto comunitario se califica de una nueva etapa a favor de la movilidad y se apoya en los resultados de todas las medidas puestas en marcha en los años anteriores, y en especial toma en consideración el informe final de 25 de enero de 2007 sobre el balance del plan aprobado en 2006, en el que se apuntan tres grandes ejes de acción para el futuro a corto y medio plazo: la necesaria adaptación de los sistemas educativos y formativos al nuevo mercado europeo del empleo, con el imprescindible aprendizaje lingüístico; la supresión de restricciones jurídicas y administrativas y la promoción del reconocimiento a escala comunitaria de todas las cualificaciones; en fin, la creación de un único portal de información sobre la movilidad basada sobre la plataforma de ofertas de empleo de EURES.

Sin olvidar tampoco el impacto sobre las políticas de movilidad de los grandes retos y debates con los que se enfrenta la Europa comunitaria en estos momentos, como son la evolución demográfica, el aprendizaje a lo largo de toda la vida, o la adecuada combinación entre la flexibilidad y la seguridad laboral, el Plan 2007-2010 se marca cuatro objetivos:

A) En primer lugar, mejorar la legislación y las prácticas administrativas que existen sobre la movilidad de los trabajadores. A tal efecto me parece especialmente importante destacar la propuesta que se formula de revisar la normativa vigente en materia de Seguridad Social, señaladamente los Reglamentos (CE) 1408/71 y 574/1972 para adaptarlos a las nuevas prácticas de movilidad, así como también el avance en la aprobación de la propuesta de Directiva, presentada en 2005, que permite facilitar la portabilidad de los derechos a la pensión complementaria.

B) En segundo término, se trata de asegurar el apoyo político a la movilidad por todas las autoridades. En especial, se plantea incorporar su potenciación, tanto de índole geográfica como profesional, como objetivo prioritario en las estrategias nacionales de empleo y en las políticas educativas y formativas que se pongan en marcha como desarrollo de las Directrices integradas de orientación económica y de empleo para los Estados miembros, y desarrollar todas las potencialidades comunitarias para avanzar en el reconocimiento a escala europea de las certificaciones profesionales; sin olvidar, que una buena política de apoyo a la movilidad también debe velar por el cumplimiento estricto de la normativa y atajar las prácticas nocivas del trabajo no declarado y del dumping social.

C) En tercer lugar, se propone reforzar la red EURES como único instrumento que permita facilitar eficazmente la movilidad de los trabajadores y de sus familias. A tal efecto, se plantea reforzar la capacidad de intervención de la red en el mercado laboral europeo mediante un mejor conocimiento y análisis del mismo, tomar en consideración las nuevas realidades de la población laboral europea y ayudar a construir un plan completo de carrera profesional, y valorar su posible apertura hacia ciudadanos de terceros países que no disponen del estatuto de residente de larga duración, y también abrir su acceso a trabajadores de otros países, en especial los candidatos a incorporarse a la UE.

Por su importancia en este apartado, cabe referirse a una Comunicación del año 2002 sobre las políticas a poner en marcha por la Red para avanzar hacia un mercado europeo integrado de trabajo, porque buena parte de sus planteamientos conservan a mi parecer vigencia.

El documento constataba la existencia de unos niveles bajos de movilidad profesional en el seno de los Estados miembros y de la propia UE, y subrayaba su importancia para lograr un mejor funcionamiento de los mercados de trabajo en el seno de una nueva economía de servicios basada en el conocimiento. También constataba el bajo porcentaje de movilidad geográfica, derivado tanto de barreras legales y administrativas como de limitaciones y hábitos de tipo económico, social y cultural, y establecía la estrecha relación entre ambos tipos de movilidad, subrayando la importancia de poner en prácticas medidas que reformen los sistemas educativos y de formación.

El documento exponía que está haciendo la red EURES para corregir estos desajustes en el ámbito comunitario, en especial su relación con los servicios públicos de empleo de cada Estado, partiendo siempre de sus dos objetivos principales: facilitar que los trabajadores comunitarios ejerzan su derecho a la libre circulación y a vivir y trabajar en otro Estado miembro, y el apoyo de la Estrategia Europea de Empleo y la movilidad profesional dentro del espacio económico europeo. Mediante la red EURES, tal como se constata en el documento, se posibilita que los solicitantes de empleo mejoren su empleabilidad al tener una experiencia profesional en otro país, y además las empresas pueden adaptarse mejor al ámbito europeo en donde existe una mayor variedad de cualificaciones, cultura de trabajo e idiomas. La integración de la red en los servicios públicos de empleo de cada Estado debe permitir una mejora de los recursos humanos, un mejor intercambio de las ofertas de trabajo, una mayor atención a las necesidades de los empresarios y una evaluación más efectiva de la integración.

En el ámbito de la movilidad geográfica, tanto en el seno de cada Estado como transnacional, es importante destacar el dato de que las nuevas infraestructuras y la mejora de los sistemas existentes de transporte están creando nuevas dimensiones de la migración y los desplazamientos diarios al trabajo. La red EURES deberá tener en cuenta como elementos importantes en su funcionamiento, siempre según la Comisión, que la migración está siendo sustituida cada vez más por los desplazamientos diarios al trabajo y por consiguiente cada vez son más borrosas las diferencias entre ambos casos, y que las grandes empresas multinacionales están desplazando a sus trabajadores a otros países europeos como un instrumento de su política de personal.

D) En cuarto y último lugar, la Comisión se plantea sensibilizar al gran público sobre las posibilidades y ventajas que ofrece la movilidad, con la celebración anual de las “Jornadas europeas del trabajo” para facilitar el conocimiento adecuado de la realidad existente en este ámbito, el lanzamiento de un partenariado europeo para el empleo que incluya la creación de una red de todas las buenas prácticas en materia de movilidad, y la previsión de ayudas económicas, en el marco del programa PROGRESS, para financiar actividades pilotos, intercambios de buenas prácticas, difusión de resultados y de la emergencia de proyectos innovadores.

Publicado por Eduardo Rojo   

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