La legislatura culminará con el mayor número de parados retribuidos en 10 años. Los parados ya son mileuristas.

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Los beneficiarios de prestaciones por desempleo crecieron un 24,8% desde 1998, periodo en el que la tasa de paro se redujo un 10,6%. Estas pagas conllevan un gasto mensual para las arcas públicas de 1.100 millones.

M.Tejo
Los parados ya son mileuristas. Según los datos de los Servicios Públicos de Empleo, la paga media que recibe un desocupado con derecho a una prestación –bien sea contributiva o un subsidio– alcanzó en enero los 983,79 euros mensuales de media, un 3,7% más que en 2006. El aumento del nivel de vida explica esta subida, reflejada en la inyección de prestaciones para cubrir el desempleo (1.100 millones en ese mes). Pero más allá del gasto, los expertos sacan punta a este otro dato: la bolsa de parados retribuidos, compuesta por 1,4 millones –último dato disponible– es la mayor registrada desde, al menos, la última década.

Así, y según la foto fija facilitada por el antiguo Inem, referida a septiembre, 389.772 personas (el 26% de los parados) perciben un subsidio por desempleo –paga a la que tienen derecho quienes no cumplen los requisitos para acceder a una prestación contributiva–, circunstancia que no ocurría desde 1998. Por otro lado, las estadísticas también marcan un récord en cuanto a los parados con prestación contributiva, a la que se accede, entre otros límites, tras haber cotizado un año a la Seguridad Social. Este grupo lo forman 775.000 desempleados, el 55,4% del total.

Los expertos consultados descartan que este salto en el número de beneficiarios –del 24,8%, en la última década– esté ligado con la temporalidad. Reyes Maroto, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), señala que "la alta temporalidad puede ser un causa de que esta bolsa no se haya reducido, pero no la más importante". Los trabajadores con fecha de caducidad, más proclives a entrar y salir del mercado de trabajo, requieren de "varios contratos eventuales que sumen, conjuntamente, un año de cotizaciones, por lo que no explicarían los incrementos mensuales registrados".

La otra clave, según los analistas consultados, estriba en la práctica cada vez más usual de empujar a los trabajadores de mayor edad a cobrar 2 años de paro (tope máximo permitido), como medida previa a la prejubilación. Según el profesor del Iese José Ramón Pin, todavía hay una razón más. La misma que explica por qué los desocupados sólo cazan uno de cada diez nuevos empleos: las prestaciones sociales golosas no invitan a retomar la actividad", señala.

En cualquier caso, y para disipar dudas, las fuentes consultadas abogan por "esclarecer la procedencia de los cobradores del paro para encajar la paradoja de que con una tasa de desempleo en torno al 8%" –frente a la del 18,6% (1998) ó 13,8% (2000), por ejemplo– "el colectivo de beneficiarios aumente año a año". En esta legislatura, el gasto en subsidios por desempleo y pagas contributivas ha crecido en torno al 16% y el 19%, respectivamente.