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Se buscan profesionales versátiles

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Aquí no sobra nadie. El mercado laboral recibe a los recién titulados como agua de mayo, faltan profesionales en el sector sanitario, financiero, de nuevas tecnologías.... Otra historia es el joven titulado que afronta su incorporación, tendrá que haber elegido mal su carrera para no encontrar empleo.
M. Lezáun, S. Valle
Esta situación de casi pleno empleo que reflejan las estadísticas y confirman las consultoras de recursos humanos y los departamentos de selección de las empresas está lejos de cualquier triunfalismo. Las compañías lo viven como un auténtico drama. Otra historia es la del joven titulado que hoy afronta su incorporación laboral. Éste tendrá que haber elegido muy mal su carrera para no encontrar empleo. Porque una de las salidas a esta falta de profesionales en las carreras más demandadas, como la de ingenieros, ha sido la de dar paso a otros perfiles como los matemáticos o físicos para ocupar los puestos de los primeros. Claro que esta versatilidad tiene un límite.

La osadía de ponerse enfermo
Este verano el Ministerio de Sanidad publicó un informe que alertaba sobre la necesidad de tres mil nuevos especialistas en el sistema público de salud. Se necesitaban de manera urgente médicos y enfermeras, principalmente. Las especialidades de Medicina de Familia, Pediatría, Medicina interna, Anestesiología, Ginecología, Cirugía General y del Aparato digestivo, radiodiagnóstico y Traumatología, según la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). Y no hay otras titulaciones que puedan suplantar a estos titulados, obvio, así que el mercado ha tenido que buscar fuera. En los últimos cuatro años se ha homologado el título para ejercer la medicina a más de diez mil profesionales. El 80 por ciento proceden de Latinoamérica.

Pero no sólo hacen falta médicos. Desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación (Coitt) se da la voz de alarma: en los próximos cinco años, el mercado necesitará entre 20.000 y 30.000 ingenieros más. Un SOS que han recogido con gusto los compañeros de la facultad de Matemáticas, pues la escasez de profesionales en el campo de las tecnologías ha disparado la demanda de matemáticos. Según un estudio reciente realizado por la Real Sociedad Matemática Española (RSME), en el primer semestre de 2007, el 49,4 por ciento de las ofertas de empleo dirigidas a estos licenciados estaban enfocadas a cubrir posiciones relacionadas con la computación avanzada y el business intelligence –conjunto de estrategias orientadas a administrar la información sobre la empresa, mediante datos estadísticos–.


En el curso 2006-07, el Centro de Orientación e Información de Empleo (COIE) de la Universidad Politécnica de Madrid ha gestionado 3.000 puestos de trabajo y ha firmado 3.520 convenios de cooperación educativa. Sin embargo, sus estudiantes no llegan a cubrir la demanda de empleo o de prácticas profesionales que les llegan de las 4.100 empresas con las que la universidad tiene un diálogo abierto. Los titulados en la Universidad Politécnica encuentran su primera trabajo como graduados en un tiempo medio de 3,8 meses y el 58% de ellos realizan prácticas profesionales durante la carrera. María Jesús Álvarez lleva más de veinte años como responsable del COIE de este centro y confiesa: "No recuerdo una situación así antes. El mercado laboral está en su momento óptimo. Cualquier ingeniería tiene una fácil salida laboral, aunque especialmente Arquitectura, Ingeniería de Caminos y todas las relacionadas con la Construcción, Ingeniería Industrial, que es muy polivalente, Ingeniería de Telecomunicaciones e Informática, con la recuperación del sector de las telecomunicaciones".


Un ámbito nuevo y en auge en el que también se prevé una demanda notable de profesionales es el de las energías renovables. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) espera que esta apuesta por las energías limpias genere 100.000 empleos, de los que 25.000 se centrarán en la instalación y el mantenimiento de tecnología solar en sus tres modalidades: fotovoltaica, térmica y termoeléctrica. Para cubrir estos puestos no sólo harán falta titulados universitarios, también graduados en formación profesional. Un perfil aún más difícil de encontrar si cabe, que el de ciertos titulados superiores.

Jordi Rius, director regional de la consultora de recursos humanos Randstad, describe el panorama: "Los puestos que más cuesta cubrir por escasez de mano de obra son los relacionados con oficios. La formación profesional aún es una asignatura pendiente en nuestro país. Aunque es cierto que en los últimos años la falta de profesionales se ha acercado muchas veces al paro técnico y numerosas empresas han tenido dificultadas para encontrar la mano de obra que necesitaban para financiar su crecimiento". Rafael Morales, jefe de estudio de los ciclos de Formación Profesional que ofrece el instituto Virgen de la Paloma de Madrid, con cuatrocientos alumnos titulados al año en sus veinte ciclos formativos, destaca el título de grado medio Equipo e instalaciones eléctricas, Carrocería y Soldadura y calderería como el que más salidas profesionales tiene, y, en el grado superior, el ciclo de Mantenimiento de equipos industriales, Desarrollo de productos electrónicos y Sistemas de telecomunicación e informática". Como tendencia, Rafael señala el repunte de la Informática, en lo que coincide con la visión que ofrecía Álvarez, desde la Politécnica.

Cuestión de actitud
Con esta carencia de titulados manifiesta es posible pensar que las empresas no tienen otra exigencia para incorporar a un joven que el que éste cuente con la formación adecuada al puesto. Sin embargo, no es así. Las compañías tienen otras peticiones que tienen que ver más con las actitudes personales del candidato que con una formación específica. Los empresarios se quejan de las exigencias con las que llegan las nuevas generaciones. Éstas se han tipificado como la generación Y, jóvenes muy conscientes de su tiempo y con un límite claro de su compromiso con la empresa. La coyuntura del mercado les favorece.

Javier Pardo, director de desarrollo de Adecco lo deja claro: "Por encima de la formación las empresas hoy demandan compromiso. Más allá de saber se busca el querer. Y en este sentido, en cuanto a competencias, el perfil más demandado se construye con una mezcla de flexibilidad, autoconfianza, orientación al logro y al cliente, alineamiento con los objetivos corporativos, iniciativa y mucha empatía".

La situación en algunos sectores es preocupante, como el de las consultoras informáticas. Ante esta realidad del mercado laboral español hay firmas que acuden a otros países para reclutar profesionales formados. En este sentido, Latinoamérica aparece como un nicho de empleabilidad que compañías como la consultora informática Vass está empezando a explorar al reclutar profesionales de Venezuela.

Raúl Grijalba, director ejecutivo de operaciones de Manpower, analiza el panorama y habla de la necesidad de soluciones: "El presente del mercado laboral se caracteriza por la escasez de talento y el envejecimiento de la mano de obra. Si a estos dos cambios añadimos los nuevos valores de la población activa más joven, como pueden ser la flexibilidad o el salario emocional, esto obliga a empresas y Gobierno a adoptar estrategias de gestión de los trabajadores que refuercen la atracción y la retención del talento joven y senior".

¿Cuál es el coste empresarial de esta falta de personal? Aunque ninguna empresa habla de números concretos sí que reconocen que existen pérdidas. Randstad, en colaboración con el SEO de la universidad de Amsterdam, ha realizado un estudio en este sentido, Mind the Gap. Las conclusiones de este trabajo no dejan mucho espacio para el optimismo. En el año 2050 Europa tendrá un déficit de 50 millones de personas. Una cifra que surge del envejecimiento de la población, del descenso de la natalidad y de sumar la llegada de inmigrantes... Rius, desde la consultora, da la voz de alama: "Desde luego hay soluciones como fomentar la natalidad, mejorar la participación, más horas de trabajo semanal, pensiones a edades más avanzadas, mejorar la productividad, estimular la inmigración, etcétera. Pero si queremos mantener nuestro Productor Interior Bruto (PIB) hay que tomárselo muy en serio". 

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