Balance del último año del mercado laboral en España según Infoempleo

Fuente 

Eva Suárez
Un año da mucho de sí. Son 365 días con 24 horas cada uno. Doce meses fugaces que nos han dejado un sinfín de cambios, proyectos y propuestas de empleo encima de la mesa. Un período que ha dejado tras de sí muchos cambios positivos en el mercado laboral. Más trabajo estable y de calidad, importantes mejoras en el Estatuto de trabajadores por cuenta propia, mayor atracción de mano de obra inmigrante cualificada y miles de plazas libres para la Administración Pública son sólo algunos de estos cambios.

Comenzaba el mes de septiembre de 2006 con la puesta en marcha de la Ley de Reforma del mercado de trabajo. Su objetivo principal no era otro que reducir la temporalidad y promover el empleo estable. Por primera vez introducía instrumentos novedosos, como las medidas contra el encadenamiento abusivo de contratos temporales, mejoras en la protección social, rebajas de cotizaciones empresariales y potenciación de los Servicios Públicos de Empleo y de la Inspección de Trabajo. Ninguno de estos aspectos formaba parte de acuerdos anteriores.


Basándose en criterios de flexiseguridad, el acuerdo se presentaba como un fin para reducir la temporalidad e impulsar la creación de empleo estable y de calidad. Asimismo, promovía la flexibilidad de las empresas para que participasen en un mercado cada vez más competitivo y perseguía  la protección a los desempleados.


Para animar a las empresas a suscribir contratos más estables, se prohibía el encadenamiento de más de 24 meses de temporalidad y se permitía la conversión de contratos a indefinidos. Para los trabajadores fijos discontinuos también se mejoraba el acceso a las prestaciones por desempleo en los períodos de inactividad productiva, así como a los socios trabajadores de cooperativas cuando finalizase su relación societaria temporal. Asimismo, se extendía el derecho a un subsidio por desempleo para todos los mayores de 45 años sin responsabilidades familiares que hubiesen agotado una prestación contributiva.


Beneficios
Los empleados autónomos también tenían reservada una sorpresa unos meses después. El nuevo Estatuto de trabajadores por cuenta propia les permitía contratar a sus hijos menores de 30 años, aunque conviviesen con el trabajador autónomo. Asimismo, se reconocía el accidente in itinere, por lo que quedaban cubiertas, a efectos de Seguridad Social, las lesiones corporales que sufriese el trabajador autónomo económicamente dependiente en un accidente al ir o volver del lugar de la prestación de actividad.


Otra medida que contemplaba este texto era la protección de la propiedad de la vivienda habitual, que no podría ser embargada por la Administración en caso de que el trabajador contrajese deudas con ésta, así como la mejora del tratamiento de la jubilación anticipada para los autónomos.


Además, se mejoraba la capitalización de prestación por desempleo y la equiparación de los regímenes de la Seguridad Social. Junto a estos puntos, el texto también contemplaba medidas de apoyo a los emprendedores en el ámbito de la actividad innovadora, vinculada a los nuevos yacimientos de empleo de nuevas tecnologías o de actividades de interés público, económico o social.


Por otra parte, las medidas adoptadas afectaban a más de tres millones de personas de toda España que actualmente desarrollan su actividad profesional como trabajadores por cuenta propia.


La población inmigrante, que supone ya un colectivo muy importante de nuestra sociedad, también se veía favorecida a lo largo de este año. Empezaba a producirse un cambio creciente en la actitud oficial de la Unión Europea frente a la inmigración.


Inmigración cualificada
En España, los cambios se reflejaron en una nueva legislación centrada en la reglamentación de las entradas, el asentamiento y la fiscalidad. Se desarrollaba así una actitud pragmática que reconocía las ventajas de la inmigración, en especial de la altamente cualificada. Por último, la oferta pública de empleo para el año 2007 tenía reservadas 33.151 plazas libres para desempeñar distintos puestos dentro de la Administración de Estado, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y las Fuerzas Armadas. Las plazas convocadas iban dirigidas a incrementar los medios al servicio de los ciudadanos en áreas prioritarias, como la seguridad ciudadana y la investigación. Se trataba de la mayor oferta de empleo de España.


Además, se introducían nuevas medidas para agilizar los procesos selectivos a través de la utilización de las nuevas tecnologías. Éstas consistían en el impulso de la inscripción telemática, la utilización de sistemas de alerta a candidatos a través de correo electrónico o mensaje de texto al móvil y se fomentaba la publicación de plantillas correctoras de todas las pruebas de selección.