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El 65% de los españoles menores de 24 años que trabaja tiene un contrato eventual

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Los universitarios suelen compatibilizar sus estudios con un empleo temporal. Bajos salarios y horarios interminables forman parte de las condiciones laborales de muchos jóvenes europeos. Así lo ha advertido la Comisión Europea en un informe hecho público este mes, en el que resalta además que este colectivo "es el más afectado por la temporalidad".

En España, casi el 65% de los jóvenes menores de 24 años tiene un contrato temporal. Esta relación contractual, sin embargo, no tiene por qué ir asociada a la precariedad.

Eso afirma Marina Rigol, que terminada la carrera de periodismo se puso a trabajar con contratos temporales como administrativa porque "el sueldo era más alto".

Francisco Aranda, presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), asegura que, por paradójico que parezca, "un contrato indefinido puede ser precario". De hecho, "hoy en día es tan fácil de rescindir como uno temporal", dice Anna Laborda, profesora de economía de ESADE.

Desde la escuela de negocios se explica la temporalidad como una situación a veces obligatoria para las empresas. "Si las industrias tradicionales están en situación precaria respecto a la competencia internacional, no se les puede exigir que hagan contratos fijos". Y como el problema es estructural, la lucha contra la temporalidad es complicada.

Afirma Laborda que "la educación ha crecido a más ritmo que los puestos cualificados" y la oferta de estudios universitarios no se ajusta a la demanda del mercado laboral. La profesora cree que habría que "estimular a los sectores productivos para que utilicen el capital humano existente" y seguir incentivando a las empresas para que reduzcan los contratos temporales.

Más estable y de calidad

Gracias a la última reforma laboral, al empresario le sale unos 1.000 euros más barato contratar a un trabajador fijo que a uno temporal y han aumentado los puestos indefinidos. Por eso Pilar Duce, secretaria de la Juventud Trabajadora de UGT, es optimista. Asegura que "el acuerdo firmado con los sindicatos para crear empleo estable y de calidad ha provocado una disminución de la temporalidad en el colectivo más joven".

Pero no hay que bajar la guardia. La Comisión Europea dice que 4,6 millones de jóvenes europeos menores de 24 años están en paro. Y muchos de los que trabajan cobran menos de 1.000 euros, soportan horarios abusivos y acceden a puestos de menor cualificación.

"Las buenas condiciones de trabajo mantienen la ilusión"

Gerard Martret tiene 29 años, pero fundó Drivania con sus hermanos Osvald e Igor cuando sólo tenía 23. La empresa, ubicada en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), proporciona a ejecutivos coches con chófer en varias ciudades europeas. Gerard siempre ha intentado combatir la precariedad y la temporalidad laboral, por eso los 16 empleados son fijos y los salarios -incluido el suyo- oscilan entre los 20.000 y los 24.000 euros. "Tenemos un proyecto a largo plazo, y las buenas condiciones de trabajo logran mantener la ilusión".

"No puedo independizarme con el sueldo de teleoperadora"

María Medel terminó Historia del Arte en Madrid hace dos años. Ahora, con 25, su currículo incluye trabajos temporales como dependienta en la barra de un cine y teleoperadora. Por trabajar 20 horas a la semana no recibe más de 510 euros brutos al mes. "Es poco -dice- pero es lo que hay por un empleo no cualificado". Los contratos temporales le han permitido compatibilizar horarios mientras estudiaba y ahorrar para cursar un máster este año. "Pero con estos trabajos hay una cosa que no puedo hacer: independizarme". 

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