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El sueldo de un año, en 10 minutos

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La retribución anual de los gestores de fondos de alto riesgo de Wall Street multiplica por 22.255 la de un empleado
Los ejecutivos de Wall Street temen estos días que el estallido de la burbuja en el mercado de crédito acabe comiéndose sus bonos este año. En 2006, sin embargo, reinaba el entusiasmo en el parqué y las ganancias alimentaron las retribuciones de los principales ejecutivos en el mundo financiero y corporativo. Hasta el punto de que los gestores de las grandes firmas de capital riesgo (private equity) y de fondos especulativos (hedge funds) ganaron cada 10 minutos el equivalente a la paga media anual de un asalariado, según un informe publicado ayer por el Institute for Policy Studies (IPS). Los presidentes de empresas cotizadas tampoco se quedan cortos, y llevaron a sus casas en un día lo que un empleado hace en 12 meses.

La paga mínima cayó un 7% en una década; la de los ejecutivos subió un 45%
El debate sobre las retribuciones excesivas a ejecutivos se calienta con nuevos datos. La última estadística de población revela que el ingreso medio de una familia subió un tímido 1% en 2006, hasta los 48.200 dólares anuales (35.400 euros). El IPS muestra, sin embargo, que los 20 gestores de fondos mejor pagados en Wall Street ganaron ese año una media de 657,5 millones de dólares (482 millones de euros), es decir, 13.641 veces más que el dinero que llega de media al hogar de una familia estadounidense. O si se prefiere, sus salarios multiplican por 22.255 el sueldo anual de un empleado, estimado en unos 29.500 dólares.

James Simons, fundador de los fondos Medallion y Renaissance International, es el mejor pagado en el competitivo mundo financiero. El año pasado ganó 1.500 millones de dólares (1.100 millones de euros). Le siguen Steven Coen (SAC Capital), Kenneth Griffin (Citadel Investment) y Boone Pickens (BP Capital). Cada uno llevó a casa más de 1.000 millones, según la lista de inversores de IPS, en línea con la publicada por la revista Alpha, que señala que los gestores de fondos duplicaron sus compensaciones en un año.

Stephen Brown, de la escuela de negocios en la Universidad de Nueva York, explica que "en el siglo XIX fue la industria del acero lo que generó las grandes fortunas. Ahora es la tecnología financiera la que alimenta a la nueva dinastía". Para elaborar su informe, la organización izquierdista IPS, en colaboración con United for Fair Economy (UFE), cruza datos de diversas fuentes, entre ellos el Departamento de Empleo y la lista de la revista Forbes. Estas retribuciones astronómicas, según sus analistas, son consecuencia de la actividad frenética de las firmas de private equity.

Estos fondos aprovecharon la abundante liquidez en el mercado para lanzarse a la compra especulativa de empresas. El año pasado se contabilizaron un millar de operaciones de este tipo, por un valor estimado en 700.000 millones de dólares. Como explica Sarah Anderson, directora del estudio, esto provocó que se elevara "el techo de los salarios a sus gestores". Joncarlo Mark, del fondo de pensiones californiano Calpers, opina que si el rendimiento que hacen estas firmas de inversiones es bueno, "sus gestores ganan mucho dinero". "Y nosotros, también", precisa.

Los titanes financieros no son los únicos con compensaciones espectaculares. El informe de IPS y UFE constata que los casi 400 consejeros delegados de compañías cotizadas estadounidenses, integradas en la clasificación Fortune 500, ganaron un sueldo medio de 10,8 millones de dólares (7,9 millones de euros). Es decir, en un día ingresaron lo que uno de sus empleados ganó en un año. Y aporta otro dato relevante para hacer la comparación. El sueldo mínimo en EE UU cayó un 7% durante la última década, mientras que el de los ejecutivos subió un 45% en el mismo periodo.

En el mundo de la empresa, el ejecutivo mejor pagado es Terry Semel, consejero delegado de Yahoo!, que el año pasado ganó 71,6 millones de dólares. Le siguen Bob Simpson (XTO Energy) y Ray Irani (Occidental Petroleum), con más de 50 millones cada uno.

La retribución media de los 20 principales asciende a 36,4 millones (26,5 millones de euros), una cifra que supera cómodamente Angelo Mozilo, fundador de Countrywide, la mayor firma hipotecaria independiente en EE UU, que ganó el año pasado casi 43 millones de dólares.

Sarah Anderson se echó las manos a la cabeza al poner las cifras sobre papel. "Y todavía hay quien tiene la cara dura de decir que los ejecutivos no reciben un salario acorde con sus responsabilidades", añade la directora de este proyecto, mientras muestra su preocupación "por la concentración de riqueza y de poder" en estas personas, lo que puede acabar minando la economía. Bradford DeLong, economista de la Universidad de Berkeley, dice que "la gran pregunta es qué hacen estos gestores para ganar tales cantidades". "Es un misterio", remacha.

Los expertos en gestión creen que estas pagas pueden llegar a minar la moral de los empleados y afectar a la productividad. Timothy Pollock, profesor de gestión en la Universidad de Pensilvania, dice que es difícil cuantificar el impacto, aunque en un estudio elaborado por su departamento constata que los cargos directivos inferiores suelen abandonar las empresas cuando ven que los consejeros están siendo retribuidos en exceso y la compañía no tiene un rendimiento acorde al sueldo.

El estudio compara lo que gana la élite empresarial estadounidense respecto a la europea. La remuneración de uno de los 20 ejecutivos mejor pagados en el Viejo Continente fue de unos 12,5 millones de dólares de media (9,1 millones de euros), casi la tercera parte que en EE UU. Y eso que esta cantidad está inflada por el alza en el valor del euro respecto al dólar. La brecha se hace aún más llamativa si se tiene en cuenta que las empresas que dirigen generaron unos ingresos de alrededor de 65.500 millones de dólares, frente a los 46.500 millones de las estadounidenses.

"Aunque lleven menos a casa, sus retribuciones están creciendo", señala Mike Lapham, uno de los relatores del informe, que pone en evidencia que esta tendencia "preocupa más a los ciudadanos europeos que a los estadounidenses". Lapham explica que el sistema fiscal en EE UU y la falta de supervisión de las decisiones de los comités de compensaciones de las compañías explican que el público sea menos sensible a estos sueldos desorbitados, aunque espera que casos como el de Countrywide ayuden a llevar el debate a la calle, más allá del ámbito político.

La firma hipotecaria atraviesa en este momento por serios problemas por el estallido de la doble burbuja inmobiliaria y de crédito, en la que pueden quedar atrapadas hasta tres millones de familias. Y es que la realidad económica en EE UU está llena de contrastes. Mientras los grandes ejecutivos gozan de jugosos planes de compensación, el último censo revela que ya son 47 millones los estadounidenses que no disponen de un seguro médico, lo que supone un incremento del 5% en tan sólo un año, el mayor aumento en cuatro años.

La Casa Blanca confiaba en que el fuerte crecimiento económico y los incentivos fiscales hubieran ayudado a aumentar la base de personas aseguradas. Y es que, paradójicamente, hay menos compañías que cubren a sus empleados, del 60,2% en 2005 al 59,7% en el censo de 2006. El temor ahora es que la situación siga empeorando si la crisis en el mercado inmobiliario salpica al conjunto de la economía y al empleo.

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