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El director de Eurotalent afirma en Santander que el 36% de los jefes en España son “tóxicos”

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Juan Carlos Cubeiro explicó ayer en el marco de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que sólo un 16% de los jefes españoles son “buenos o líderes”.


El director de la empresa de servicios profesionales Eurotalent, Juan Carlos Cubeiro, aseguró ayer en Santander que, en términos de calidad directiva (medida en función del talento de los jefes) España ocupa el puesto 26 del mundo y no el 8 como le correspondería por su tamaño como potencia mundial. Una situación que, a su juicio, es debida a que el 36% de los jefes en España son “tóxicos” y sólo un 16% son “buenos jefes o líderes que crean un clima de satisfacción, rendimiento y desarrollo”.

Nuria Sáez, gerente de Eurotalent, definía en diciembre de 2006 jefe tóxico como “aquella persona considerada inaguantable por sus colaboradores; una persona realmente nociva para la salud mental y física de todos los sufridores que trabajan con y para él”. Y ofreció un dato esclarecedor remitido por el IESE: “el 70% de las personas que abandonan sus empresas lo hacen por una mala relación con su jefe”. Por ello, Sáez opina que “las personas no abandonan a las empresas, abandonan a sus jefes”.

Durante la rueda de prensa celebrada con motivo del Encuentro ‘Clase creativa: atracción, fidelización y desarrollo del talento’ organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), afirmó que “la calidad directiva, buena o mala, explica el 60% de la productividad” y, por ejemplo, “que España no tenga una productividad como los países del entorno y, por otro lado, que no crezca en productividad”.

Por su parte, el ex consejero de Industria, Trabajo y Desarrollo Tecnológico del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Pesquera, director del Encuentro junto con Cubeiro, comentó que “este fenómeno se debe a la superposición de modelos culturales más industriales donde el jefe era un ordenador de tareas definidas que tenían poca relevancia para el desarrollo competencial de los seres humanos”.

“De lo que se trata es de cambiar el modelo de liderazgo”, advirtió Pesquera, quien comentó que “no es lo mismo un proceso industrial donde los objetivos son muy definidos y, probablemente, son sustituibles por otros procesos mecánicos, a los nuevos ambientes donde necesitas una persona que tenga un desarrollo más abierto, más capacidad de empatizar”.

Como ejemplo de este nuevo liderazgo, el director de Eurotalent citó el caso de Google, donde el 30% del tiempo de los profesionales se dedica a cosas que no tienen “nada que ver” con la actividad propia de la empresa lo que implica, a su entender, contar con personal “responsable” para que “surjan nuevas ideas que con un jefe formal nadie se hubiera planteado”.

Consciente de que “tan importante o más” que generar entornos es atraer a las personas adecuadas, Cubeiro apostó por el denominado “perfil de talento”, es decir,  por contratar a aquellos trabajadores “con cierta capacidad pero con ganas”.

Así, aludió a la reciente llegada a Cantabria de varias decenas de trabajadores dominicanos a los que previamente se había formado en origen en la Escuela Turística del Caribe, donde se generó un perfil de clase creativa que valoró cualidades como la iniciativa, el trabajo en equipo, la orientación a resultados, la integridad o la autoconfianza.

“Si atraes a este tipo de trabajadores, estás generando entornos adecuados”, aseveró Cubeiro, quien avanzó además que, “si eliges gente no íntegra, incapaz de trabajar en equipo, generará un ambiente de toxicidad  y, por ello, la primera responsabilidad de la empresa es atraer en base a un perfil de talento que genera aportación de valor”.

España no concilia

Pesquera y Cubeiro se refirieron también a otro aspecto directamente relacionado con la clase creativa, objeto de estudio del Encuentro que ambos dirigen, como es la productividad. Así, recordaron el “problema” de España con una productividad un 25% menor a Francia, Italia o Alemania que compensa con un “fuerte desequilibrio” entre la vida personal y profesional.

“Junto con Lituania somos el segundo país que peor equilibra la vida personal y profesional”, destacó el director de Eurotalent, quien recordó, además, que “somos los primeros de Europa en horas trabajadas; 38´2 horas semanales mientras que la media europea es de 36´3 horas: 219 horas anuales más que la media europea”.

De hecho, Cubeiro abogó por aumentar el porcentaje destinado a “las tres T” (tecnología, talento y tolerancia) que, en la actualidad, en España, apenas supera el 5´3% cuando la media europea está por encima del 12% y, en EEUU por encima del 15%. Y es que, según dijo, “es un concepto muy relevante” hasta el punto, comentó, de que el pasado 17 de enero la presidenta de turno de la Unión Europea, Angela Merkel, dijo que talento, tecnología y tolerancia son “la gran esperanza de Europa”.

Precisamente, sobre esta cuestión, Pesquera recalcó que “es necesario que las personas logren interacciones en las conversaciones para que, producto de ese intercambio de habilidades, se generen las condiciones necesarias para que luego se produzca el proceso creativo”.

El ex consejero de Industria, Trabajo y Desarrollo Tecnológico, que reconoció en “el caso español” un déficit “importante” porque, a pesar de la mejora económica, no se corresponde con unos crecimientos de las productividades, insistió en que, probablemente, las productividades van unidas a la necesidad de cambio hacia ámbitos “más creativos que permitan el desarrollo del talento de las personas que existe en todo tipo de organizaciones”.

En la misma línea, Cubeiro elogió los esfuerzos realizados desde Cantabria para elevar su clase creativa y citó como ejemplos el Plan regional de I+D+i, el Parque Científico y Tecnológico de Cantabria, el Contrato Programa con la Universidad de Cantabria para potenciar la investigación, el Instituto de Biomedicina o el de Hidráulica Ambiental, todo lo que tiene que ver con Jovenmanía, así como el programa `Cántabros en el mundo´ que promueve SODERCAN.

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