Los contratos en origen son positivos y frenan la demanda de ayudas sociales de inmigrantes

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Los contratos en origen se han convertido en la panacea que garantiza a los empresarios onubenses una mano de obra con la que poder hacer frente a la creciente demanda que precisa el sector agrícola para las tareas de recolección de fruta. Además, la bondades de esta fórmula de contratación ha contribuido a frenar la avalancha de inmigrantes que en años pasados se concentraban en los municipios freseros con el objetivo de lograr un trabajo durante el periodo álgido de la campaña de recogida de la fresa.

La nueva realidad social derivada de los contratos en origen han contribuido a la reducción de forma significativa de los hacinamientos de personas que se repartían por toda la geografía rural. El garante de un puesto de trabajo con el que los inmigrantes ahora desembarcan en España se ha traducido en una mera del número de personas que demandaban alimentos a consecuencia de no disponer de una fuente de ingresos.

En la Oficina de Atención al Inmigrante de Rociana el nuevo panorama de la inmigración se ha dejado notar, de forma que ahora el servicio que se presta a estos ciudadanos no se centra casi en exclusiva a la entrega de vales de comida, la elaboración de bolsas de empleo o los servicios de higienes y lavandería que se brindaban de forma masiva en antaño. A este respecto, Carmen Fernández, trabajadora social de la oficina rocianera hace balance y señala que las nuevas demandas del colectivo están íntimamente ligadas al ámbito familiar. Los trámites para el reagrupamiento de hijos, los documentos que se precisan para los empadronamientos y todas aquellas prestaciones sociales "a las que pueden acceder como ciudadanos de pleno derecho" son los servicios que realiza principalmente la Oficina de Atención al Inmigrante después de la "reconfiguración" derivada de la nueva realidad que ha generado los contratos de inmigrantes en origen. Del mismo modo, el establecimiento y asentamiento en el municipio del núcleo familiar ha propiciado el que se eleve la demanda de servicios de guardería, comedores escolares y viviendas unifamiliares.

En el apartado de incidentes, la campaña ha transcurrido con total normalidad en Rociana. Se ha registrado un descenso de los hurtos en las tiendas de alimentos de primera necesidad, dado que los flujos migratorios ahora sí tienen prácticamente garantizado un puesto de trabajo y, por ende, las necesidades cubiertas.

Por otra parte, las personas inmigrantes, con o sin papeles, que han trabajado en Rociana durante esta campaña han contado con una nueva prestación social. El Servicio de Atención de Emergencias que ha atendido a cerca de 80 personas a las que les ha facilitado un espacio para pernoctar, ducharse y disponer de un centro de lavandería. Según Carmen Fernández, la prestación de estos servicios se ha desarrollado con total normalidad y ha permitido que los inmigrantes no se vean abocados a vivir en la calle o sin las mínimas condiciones de higiene.