Un informe alerta de que 40.000 trabajadores viven en Navarra “atrapados en la precariedad”

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Unos 40.000 trabajadores viven “atrapados en la precariedad” en Navarra, según indicó ayer Miguel Laparra, profesor de Trabajo Social en la Universidad Pública de Navarra, durante la presentación de su libro La construcción del empleo precario. ” Son personas que acumulan cinco años combinando distintos empleos temporales con periodos de desempleo y que son víctimas de salarios bajos en sus trabajos”, explicó al repasar los principales puntos de su informe.

La obra, que ha sido editada por la Fundación Foessa y tiene un precio de 15 euros, analiza la formación de miles de puestos de trabajo precario y destaca que unas 86.000 personas tuvieron un contrato temporal en Navarra durante el año 2004. “Esta cifra, que ejercicio a ejercicio sigue creciendo, podría llegar a los tres millones de personas en el conjunto de España”, explicó Laparra.

La construcción del empleo precario pone en cuestión la auténtica viabilidad del modelo de desarrollo a largo plazo, ya que limita notablemente los avances en la cohesión social, y afirma que la precariedad laboral no sólo está relacionada con la temporalidad, sino que también incluye los aspectos que trazan la calidad de un puesto de trabajo concreto.

“Algunos indicadores que evalúan la calidad del trabajo como la tasa de empleo, los trabajadores temporales, la participación en educación o el porcentaje de jóvenes con al menos Educación Secundaria colocan a España a la cola de la UE-15″, concretó Laparra, que no dudó en resaltar que “España está mal situada, tanto en la comparativa con otros países europeos como en la evolución desde 1992 hasta 2005″.

Pese a que en España se han creado cuatro millones de empleos estables en 11 años y en Navarra la cifra ha alcanzado los 66.000 puestos, Laparra explicó que “uno de cada cinco hogares activos en España tiene a todos sus miembros activos en paro o con empleos temporales. En Navarra este problema afecta a 13.000 hogares, un 10% del total”.

Sin prestaciones

Durante su exposición, Laparra, que subrayó que la precariedad laboral ha crecido más entre el personal de las Administraciones Públicas que en el sector privado, afirmó que, según las estadísticas, “sólo una de cada ocho personas no ocupadas de entre 16 y 64 años recibe una prestación por desempleo”. Esta cifra se reduce a una de cada diez en el caso de Navarra.

En el concepto de precariedad de empleo el autor señaló que se han incluido nuevos aspectos “no tenidos en cuenta habitualmente” como la temporalidad, el nivel de calificación de los empleados, los niveles salariales o la protección social, entre otros. Éstos aspectos, según Laparra, influyen en los trabajadores, “que están más desmotivados y menos formados y, por lo tanto, resultan menos productivos”.

A modo de conclusión, el profesor de Trabajo Social especificó que las diferentes regulaciones del mercado de trabajo (1984 ó 1994) “permitieron una expansión sin precedentes del empleo precario”, que la desprotección de los desempleados explica “la aceptación de ofertas precarias” y que algunas políticas sectoriales han permitido estrategias empresariales “muy agresivas” con la gestión de los recursos humanos.