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Subasta de obreros ilegales. Unos 4.000 trabajadores sin papeles son seleccionados en plazas de Madrid a diario

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A las siete de la mañana la actividad en la Plaza Elíptica (Usera) es inesperadamente intensa. A la puerta del bar Yakarta, cada día cientos de sin papeles se concentran a la espera de un empleo eventual y, por supuesto, ilegal. Los sindicatos calculan que en la región son 4.000 los trabajadores reclutados en plena calle.

Aquí, el ir y venir de furgonetas (más de 20 en tres horas) evidencia que la subasta ha comenzado. "Es una lotería", asegura con una sonrisa resignada Bouba, senegalés, ante la pregunta del recién llegado de cómo funciona. El grupo -unos 100 latinoamericanos, algunos subsaharianos y unos pocos árabes- es amigable. Son hombres de 25 a 40 años.

Competencia desleal

El color de la piel del periodista de ADN ayuda, pero el acento francés no. "Sólo venimos los ilegales", dejan claro. No quieren competencia desleal, pero aceptan la explicación de problemas de papeles y falta de dinero. Saben de qué se trata.

Cada vez que baja alguien de un vehículo, el grupo se acerca para negociar. "Necesito dos ayudantes y un oficial", dice el contratante. "¿Cuánto pagas?". Un ayudante cobra 40 ó 50 euros al día, sin especificar cuántas horas. Un oficial (con experiencia), de 60 a 80.

Pero los interesados preguntan sobre todo: "¿Cuándo pagas?". Prefieren el sueldo diario, porque muchas veces el empleador desaparece con el dinero. Como todo es ilegal, no hay a quién reclamar. "A mí me quedaron debiendo ocho días, 320 euros", relata Miguel, boliviano. "Era peruano. Ayer me dijo que le habían denunciado y tenía que pagar 12.000 euros". Aunque aún le debe dinero, le había llamado para pedir trabajo. La necesidad a veces puede más que el orgullo.

Unos pocos afortunados se van en las furgonetas, sobre todo a pueblos de la sierra, a obras en chalés. La selección es cruel. "Tú, tú y tú", señalan. "No, tú no, quiero bolivianos", le dicen a Bouba, que grita: "Eso es discriminación". Para Miguel tampoco hay suerte. "Eres demasiado viejo y el trabajo es duro". Tiene 38 años.

"El único currículo que vale es que se acuerden de tu cara. Un principiante lo tiene más difícil", cuenta Scorpio, de Guinea Conakry. Bouba propone aliviar la espera con un café en el Yakarta. Llegó hace ocho años con visado de estudiante, pero necesitaba trabajar. Un español se acerca con un papel: "Si no conseguís nada, preguntad por Leo, en el polígono Prado Overa de Móstoles".

Las nueve. Quedan 50 hombres. Empiezan a irse, derrotados. Bouba se despide como se presentó, con una sonrisa. "Hasta mañana, amigo. Seguro que habrá más suerte".

LAS CIFRAS: El trabajo de los extranjeros en Madrid

* 250.000 inmigrantes trabajan sin contrato en la región, según los sindicatos. De ellos, 150.000 tienen papeles.
* 30% menos de media es el sueldo de los inmigrantes con respecto a los trabajadores españoles, según un informe de CC OO.
* 11,8% de paro entre extranjeros, cinco puntos más que entre los españoles (6,6%), según la Encuesta de Población Activa.

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