Blogia
Blogempleo, el blog de noticias de empleo

¿Seguiremos trabajando después de los 65?

Fuente
Con 19 millones de cotizantes y el equilibrio económico financiero asegurado hasta 2020, España no se plantea ahora retrasar la edad legal de retiro
Alemania ha elevado por ley la edad de la jubilación, España todavía no se lo plantea, pero incentiva la prolongación de la vida laboral y piensa en el futuro...
Cuando las barbas de tu vecino veas cortar... La sabiduría popular no es infalible, pero lo cierto es que Alemania ha sido el primer país en responder con una medida drástica, aunque impopular, a las numerosas advertencias de la Unión Europea, que alerta sobre la necesidad de reformar el sistema de pensiones para enfrentar el envejecimiento de la población. El pasado marzo, la Cámara Baja del Parlamento alemán aprobó el retraso de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años. Aunque esta reforma se implantará paulatinamente a partir de 2012, para culminar en 2029, a los nacidos en 1964 les afectará de lleno el cambio y, al menos sobre el papel, su retiro habrá de posponerse dos años más.
Pero ¿qué pasará en España? ¿acaso el ejemplo alemán será una tendencia inevitable? «Si crece el número de pensionistas y éstos cada vez viven más años, se necesita más dinero. Ante eso, o hay más cotizaciones o baja el nivel de protección o se alarga la edad de jubilación, no hay más alternativas», afirma Fidel Ferreras, director general del Instituto Nacional de la Seguridad Social. Con 19 millones de cotizantes y el equilibrio económico financiero asegurado hasta 2020, España no se plantea ahora retrasar la edad legal de retiro. «Va a ser una tendencia, no a corto, pero sí a medio plazo. Aunque lo razonable no sería subir por ley la edad de jubilación, que puede seguir en los 65 años, pero sí ir favoreciendo que la gente se jubile más tarde, con incentivos de la Seguridad Social», opina el editor Manuel Pimentel, ministro de Trabajo en el Gobierno del Partido Popular.
Precisamente una mejora de los incentivos para prolongar la vida activa ya se recoge en el texto que reforma la Ley General de Seguridad Social, que ahora se debate en el Parlamento. En virtud de la reforma, todos aquellos que sigan trabajando incrementarán un 2% su pensión por cada año cotizado después de los 65. Este porcentaje sube hasta el 3% para los trabajadores con carreras de cotización de 40 años. Aquéllos que alcancen la pensión máxima tendrán derecho a percibir cada año «una cantidad a tanto alzado».
Fidel Ferreras es optimista con el efecto que tendrán estas medidas —«cuando el mercado de trabajo es próspero, se tiende, incluso sin incentivos, a retrasar la edad de jubilación»—, pero advierte de que la nueva ley también pretende ser una llamada de atención. «Ahora en la Europa de los Quince, sólo trabaja el 50% de los mayores de 55 años. Europa no se puede permitir este despilfarro de experiencia. Ahora estamos bien, hay un fondo de reserva muy importante, pero los cambios que se hacen en la Seguridad Social miran al futuro».
Y ese futuro muestra una sociedad muy distinta a la que habitaba en Europa cuando se implantó el estado del bienestar, tras la Segunda Guerra Mundial. Ahora, con una población envejecida —en 2050 las previsiones demográficas estiman que un tercio de los europeos tendrá más de 60 años, y habrá dos personas mayores de esta edad por cada niño— que debido a su longevidad demanda cada vez más cuidados, el panorama cambia.

0 comentarios