Cada día se firman en España 7.000 contratos indefinidos. El ministro Caldera afirma que la Seguridad Social cuenta ya con 19,3 millones de afiliados

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Cada día se firman en España 7.000 contratos indefinidos de los que 3.000 suponen conversiones de otros temporales y 4.000, nuevos contratos fijos desde el inicio. Así lo aseguró el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, quien se felicitó por la marcha del empleo. Explicó que desde la firma, ahora hace un año, del Acuerdo para la Mejora del Crecimiento y el Empleo, la denominada la Reforma Laboral, se han formalizado más de dos millones de contratos indefinidos. La Seguridad Social, afirmó, tiene contabilizados 19,3 millones de afiliados. Lo que supone 200.000 más que a finales del mes de abril.
«Somos el país que más intensamente crea empleo en Europa; un empleo, además, de calidad», afirmó Caldera durante la presentación del avance de datos del Producto Interior Bruto (PIB) del primer trimestre. El ministro aseguró que la tasa de crecimiento reflejada en la Encuesta de Población Activa (EPA) entre enero y marzo, un 3,4% interanual, demuestra que «somos capaces de transformar todo el repunte de la economía en aumento del empleo». «Algo excepcional en el continente», añadió. Sus previsiones, subrayó, pasan por que en ese primer trimestre se contabilicen 300.000 ocupados más.
La Reforma Laboral se sacó adelante con el objetivo de combatir los dos principales desequilibrios del mercado de trabajo: el insuficiente volumen de empleo y la elevada temporalidad. Dos premisas que, dijo Caldera, se están logrando. Desde el 1 de julio de 2006, cuando entró en vigor el pacto, se han suscrito 2.009.078 contratos indefinidos, lo que representa un incremento del 44,6% (645.812) sobre los alcanzados entre julio de 2005 y abril del pasado ejercicio. De este monto, la mitad derivan de conversiones de temporales y la otra mitad se suscribieron ya como fijos.
Bonificaciones
El acuerdo entre Gobierno, patronal y sindicatos incluía, entre otros aspectos, un nuevo sistema de bonificaciones. Régimen que incrementaba los colectivos de trabajadores desempleados objeto de bonificación e instauraba un plan extraordinario de beneficios para la conversión de empleo temporal en fijo para las conversiones que se realizaran hasta el pasado 31 de diciembre.
Unas ayudas que iban desde los 500 euros durante cuatro años hasta un máximo de 3.200 durante la vigencia del contrato, según los distintos grupos.