Así cambiarán los autónomos. Tendrán cobertura para accidentes in itinere, prestaciones por maternidad y paternidad, jubilación anticipada, 18 días de vacaciones y podrán contratar a sus hijos.

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«Los autónomos van a tener más seguridad jurídica y mayor protección social», Así resume Sebastián Reyna, secretario general de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) las mejoras que introducirá el nuevo estatuto de los trabajadores por cuenta propia. «En pocas palabras, con este documento los autónomos ya somos alguien, va a ser más fácil y seguro serlo, porque acaba con la discriminación y la marginación que sufríamos», remacha Lorenzo Amor, presidente de la federación nacional ATA. Los máximos dirigentes de las dos principales asociaciones de autónomos muestran su satisfacción a La Voz por el acuerdo al que llegaron el pasado 25 de abril todos los grupos parlamentarios en la Comisión de Trabajo del Congreso para aprobar el nuevo Estatuto del Trabajo Autónomo. El texto recoge muchas de las aspiraciones históricas de un colectivo que agrupa a 3,5 millones de personas.
Entra así en su recta final, ya que será aprobado esta semana por el Pleno del Congreso y se espera que sea ratificado definitivamente antes del verano.
Definición del autónomo
¿Qué mejoras introduce la ley? ¿Cómo va a cambiar la vida de estos trabajadores cuando entre en vigor? Como señala Amor, por primera vez «se identifica, clarifica y define qué es un autónomo». Jesús Membrado, ponente socialista del estatuto, destaca que «van a tener la posibilidad de equipararse con los demás empleados». Para Miguel Barrachina (PP), «no va a suponer un cambio radical, sólo un paso más en su asimilación con el resto de los trabajadores». Un cambio importantísimo es la creación de la figura del autónomo económicamente dependiente, a la que podrán acogerse los que obtengan al menos el 75% de sus ingresos de una sola empresa. Esto afectará a un colectivo de unas 700.000 personas, que tendrán tres meses para comunicar a su cliente que cumplen esa condición.
A partir de que se apruebe el estatuto, estarán obligados a cotizar por la cobertura de incapacidad temporal, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Una de las enmiendas aprobadas incluye los accidentes in itinere, los que se producen en el trayecto de la casa al trabajo o viceversa, que además se extiende a los autónomos que desarrollen actividades de riesgo, como los transportistas y los que trabajan en la construcción.
Los autónomos económicamente dependientes también tendrán 18 días hábiles de vacaciones no pagadas y deberán ser indemnizados si la empresa les rescinde su contrato por causas injustificadas. «Es una figura que sólo existe en Italia y les da más estabilidad en su relación contractual, más prestaciones y más capacidad para negociar sus condiciones de trabajo», señala Carles Campuzano (CiU). Con carácter general, se les reconoce la posibilidad de suspender su actividad por maternidad o paternidad y el derecho a recibir las consiguientes prestaciones sociales. También podrán contratar a sus hijos menores de 30 años como trabajadores por cuenta ajena, aunque convivan con ellos. Hasta ahora debían darlos de alta como autónomos. Asimismo, se reducen las cotizaciones de los vendedores ambulantes y a domicilio, de los discapacitados o de los artesanos. Una de las enmiendas prevé la jubilación anticipada para los autónomos, cobrando lo mismo que los trabajadores por cuenta ajena si cotizan en igual cuantía.
Otra de las grandes novedades es el reconocimiento de la prestación por cese de actividad, una especie de seguro de paro. Si bien el texto precisa que se hará sólo si se garantizan la «contributividad, solidaridad y sostenibilidad financiera».
Aspiraciones
«Son aspiraciones que tenemos desde hace mucho tiempo, que mejorarán nuestras condiciones de vida», señala Reyna.
Barrachina resume así su posición: «Los autónomos van a tener más derechos, pero les va salir más caro». Así, los económicamente dependientes y los autónomos de profesiones de alta siniestralidad deberán pagar 800 euros anuales más para cubrir los accidentes o enfermedades profesionales. «En un sistema contributivo las prestaciones están en relación con las cotizaciones», recuerda Campuzano. «Para tener más prestaciones van a tener que contribuir más», concluye Membrado.